Se necesita internauta
La introducción de la informática y las telecomunicaciones en las empresas está destruyendo muchos puestos de trabajo de tipo mecánico. Los grandes gurús y demás adivinos anuncian también una enorme sangría de empleos perdidos entre los intermediarios, principalmente los bancos y los agentes comerciales, como consecuencia de las posibilidades de contacto directo que van a tener las empresas y sus clientes con la introducción de la venta a través de Internet.
Frente a esta amenaza, los expertos del mundo laboral hablan de un sinfín de nuevos puestos de trabajo que van a surgir en torno a las autopistas de la información. “Internet está fomentando la creación de una nueva economía con nuevos tipos de empresas y de empleos”, decía un reciente informe encargado por la Comisión Europea a un grupo de expertos. Algunos de estos empleos son ya una realidad, como lo demuestra el hecho de que, según la organización norteamericana Proyecto Global Internet, en 1996 se crearon en todo el mundo más de un millón de puestos de trabajo gracias a Internet. Es un sector que crece en España a un frenético ritmo del 120% y que está creando empleo en los campos más diversos de la economía. “Como en la conquista del Oeste americano, el primero en llegar será el que más gane”, dice Antonio Llanos, un empresario gallego del transporte que ha lanzado su negocio por Internet.
Pero, ¿cuáles son esas nuevas oportunidades que depara el nuevo Oeste electrónico?
1. PROVEEDORES DE ACCESO A INTERNET
Las empresas que permiten conectarse a Internet son las que más directamente se han beneficiado por el boom de la red de ordenadores. España contabiliza casi 400 compañías de este tipo, aunque apenas diez están situadas en el País Vasco. Este sector se ha convertido en los dos últimos años en un recurso habitual para el autoempleo informático, como lo demuestra el hecho de que una gran parte de estas empresas -más del 20% según José Angel Martos, director de la revista Web- están formadas por “un par de personas con mínimos conocimientos tecnológicos”.
Frente a estas compañías de dudosa capacidad técnica, los proveedores de acceso con vocación de permanencia se han convertido en una importante salida laboral. Los puestos más demandados son los comerciales, por la necesidad de vender a las empresas un producto que todavía no es fácilmente asumido como inversión. “Normalmente contratamos licenciados, que no deben tener necesariamente estudios técnicos, y los formamos en la empresa. Lo importante es que acierten a la hora de dar la impresión de que saben”, explica Roberto Beitia, director del proveedor de acceso vizcaíno Sarenet.
Además de comerciales, estas empresas necesitan técnicos con capacidad para mantener los sistemas informáticos y de redes que permiten que todos sus usuarios se puedan conectar a Internet y consultar las webs de sus ordenadores a cualquier hora del día y de la noche. “Son principalmente ingenieros de telecomunicaciones y licenciados en físicas. Recientemente hemos empezado a exigirles conocimientos sobre Internet antes de contratarlos, aunque también solemos aplicar el sistema de becarios”, prosigue Beitia.
La necesidad de dar servicio a usuarios que, en la mayoría de los casos, no tienen ningún conocimiento técnico explica por qué los especialistas en atención telefónica son también muy requeridos por estas empresas. “Para consultas no muy complicadas solemos emplear a estudiantes de la rama de informática de Formación Profesional y les exigimos que sepan atender al teléfono con corrección”, explica Beitia.
2. DISEÑADORES DE PAGINAS WEB
Comprende actividades tan diversas como el comercio electrónico, la banca online o la publicidad digital y, a juicio de todos los expertos, es el sector con más futuro profesional en Internet. Dos datos corroboran esta impresion general: Andersen Consulting estima que esta industria crecerá a un ritmo anual del 95% hasta el año 2005 y en 1997 se gastaron 85.000 millones de pesetas en publicidad a través de Internet, es decir, un 263% más que en 1996.
Este sector tiene, además, dos facetas totalmente opuestas: la programación informática, que requiere conocimientos técnicos, y el diseño, que exige una formación más bien comercial y de comunicación. De la programación informática, en lenguajes con nombres tan estrambóticos como HTLM o Java, se van a encargar principalmente, según Miguel Yustos, presidente de la Asociación para el Desarrollo de la Informática (ADI), las empresas de software, que ya están girando su actividad hacia Internet y, sobre todo, Intranet, las redes internas de las empresas.
Cuando estos profesionales se encargan tanto de la programación de la web como de la vigilancia del ordenador en el que están almacenadas las páginas, se suele hablar de webmasters. “Se colocan principalmente en los propios proveedores de acceso o en grandes empresas y bancos que están introduciendo sus servicios en Internet”, explica José Antonio Crespo, director en Bilbao de Tracor, una empresa que imparte un “curso de webmaster” por el que ya han pasado 50 personas. A juicio de Crespo, estos profesionales, que disponen de su propio sindicato a nivel internacional, la Asociación de Profesionales de Internet, son “personas apasionadas por la técnica y dispuestas a pasarse todo el día detrás de la pantalla”.
Sin embargo, la mayor parte de los empleos relacionados con la confección de páginas web se están creando en el campo de la comunicación, ya que se requieren profesionales con mínimos conocimientos técnicos pero gran capacidad para crear webs útiles y con diseños atractivos. Estos “comunicadores del siglo XXI” son, según Crespo, “mayoritariamente licenciados en publicidad y periodismo” y acaban trabajando en pequeñas empresas de no más de cuatro empleados y en las que la media de edad oscila entre los 30 y los 35 años. El director de Tracor tiene también una queja que dirigir a las instituciones educativas: “Sorprende encontrarse con que la mayoría de los estudiantes no han tocado un ordenador en su vida”.
Quizás por ello, muchos profesionales del diseño en Internet no han pasado siquiera por las aulas universitarias. Es el caso de Sandor Sáiz, un joven bilbaíno que, con una pequeña ayuda del programa Berrilan y sus propios ahorros, ha montado una empresa de diseño y publicación de webs, Bilbocom. Sáiz, que se ha formado a sí mismo, tiene que compaginar la gestión de su empresa con otra actividad laboral totalmente diferente. “Esto tiene futuro, pero todavía las empresas no ven claramente cuáles son las ventajas reales. Algunas piensan, incluso, que es como poner publicidad en el periódico”, lamenta.
3. COMERCIANTES VIRTUALES
A medida que crece el número de internautas que compran directamente con la ayuda de su ordenador, diversas empresas vascas están creando páginas web para ofrecer sus productos. Algunos, como el vídeoclub Santutxu, sólo lo hacen para atraer clientes “que sientan curiosidad tras ver la tienda en la red”. Pero cada vez hay más que permiten realizar la compra sin necesidad de desplazarse, a cualquier hora del día y de la semana y, muchas veces, con mejores precios que en las tiendas físicas tradicionales.
Desde Eroski, que vende electrodomésticos online sin que protesten los sindicatos, hasta Loterías Ormaetxea, que comercializa todos los años un número completo del sorteo de El Gordo. “Vender en Internet exige técnicas muy distintas: para que te localicen fácilmente da igual que te llames Ormaetxea que Urberuaga; tienes que ponerte en los buscadores y comprar un dominio (la dirección que identifica a la página web, como http://www.loterias.com) atractivo. Además, hay que darse cuenta de que para recibir algo en Internet, es necesario proporcionar previamente un servicio gratuito, preferiblemente información”, explica Sergio Echevarría, responsable de esta nueva administración virtual de loterías.
Pero quien más está trabajando las posibilidades del comercio electrónico en el País Vasco es Coverlink, una empresa bilbaína que ha desarrollado sistemas para que puedan vender por Internet, entre otros, la cadena de perfumerías Etxezuri, la tienda de electrodomésticos Super-Sonido o la librería Librópolis. “Vender por Internet es muy diferente que hacerlo en una tienda de cualquier calle. Los clientes son diferentes y los costes son mucho menores”, dice Gonzalo Zúñiga, el director de Coverlink, mientras recuerda el caso de la librería electrónica norteamericana Amazon, que de la noche a la mañana se ha convertido en la más grande del mundo.
Con el fin de convertirse en la principal tienda de libros del mundo de habla hispana, Librópolis dispone de dos personas que se dedican exclusivamente a navegar por Internet en busca de nuevos clientes y a otros dos que, además de saber de libros, se encargan de preparar el escaparate, es decir, las páginas web. Otra persona se dedica a las labores logísticas, es decir a atender los pedidos y localizar las obras que no tienen un claro distribuidor.
Además de libros, el software, la música y los ordenadores son, según el estudio del economista valenciano José Luis Simarro, los productos que más compran online los españoles. El siguiente en aparecer en esa lista serán los viajes, ya que Iberia ha empezado a vender billetes por Internet y las agencias están abriendo también sucursales online. “Recibimos un cliente portugués al poco tiempo de haber puesto una página en la red”, asegura Inmaculada Berriozábal, de una agencia bilbaína especializada en los viajes a Cuba.
El comercio electrónico está cobrando tal importancia que en EE.UU. ya hay universidades que ofrecen programas de Administración de Empresas (MBA) orientados hacia la venta por Internet. “Enseñamos que esto es una revolución y que es muy importante aprender a utilizar la interactividad con los clientes que permite el comercio electrónico”, explica una profesora de una de las siete universidades que imparten este nuevo MBA.
4. ECONOMISTAS DE LA RED
Internet está creando un nuevo espacio económico en el que no caben ni el proteccionismo ni muchos de los impuestos del mundo físico. En EE.UU. hay algunos economistas que hablan de una “Economía Digital” en la que la inflación dejará de ser un problema, el concepto de “atención” sustituirá a los clásicos recursos escasos de tipo físico y la riqueza derivará del conocimiento humano en lugar del dinero, que será, por supuesto, digital. Arthur Kroker, un politicólogo canadiense al que ya denominan “el Marx del siglo XXI”, habla incluso de nuevas clases sociales de tipo virtual: la de los tecno-burgueses conectados a Internet y la de los neoproletarios con escasos conocimientos de la red.
Aunque estas teorías son todavía un tanto utópicas, muchos economistas están empezando a analizar las nuevas reglas que van a regir un futuro mercado universal protagonizado por la “generación Nintendo” y en el que el papel de los gobiernos habrá perdido la poca fuerza que le quedaba. En la Universidad holandesa de Maastricht existe todo un departamento dedicado exclusivamente al análisis de los retos económicos de las innovaciones tecnológicas. El director de este centro, el catedrático Luc Soete, dedica una gran parte de sus esfuerzos al análisis de un nuevo impuesto, el del bit, con el que se pretende gravar las transacciones electrónicas.
Además del análisis macroeconómico de Internet, existen ya un sinfín de profesionales que utilizan la red para recibir información antes de realizar inversiones. Es posible acceder a todo tipo de datos económicos con unos pocos clicks y la información bursátil fluye por la red como Pedro por su casa. Un agente de Bolsa bilbaíno, Norbolsa, tiene un servicio online, Bolsaweb, que permite acceder en tiempo real a la cotización de todos los valores. Otra empresa similar de Madrid, Ciberbroker, tiene previsto empezar a vender valores de Bolsa directamente por Internet. “Será mucho más barato y rápido porque no hará falta que una persona esté respondiendo al teléfono o atendiendo al cliente”, dice José Carlos López, responsable de este nuevo servicio.
5. AGENTES COMERCIALES
Los principales gurús y demás adivinos del futuro creen que Internet va a eliminar a los agentes comerciales ya que permite que cliente y fabricante se relacionen directamente. Sin embargo, hay ya numerosos agentes comerciales que están empezando a utilizar el correo electrónico y las páginas web como principal herramienta de trabajo. Es el caso de Gorka Luis García, de Segurosonline, un servicio puesto en marcha por la empresa vizcaína Coverlink y un agente de seguros de Bilbao para comercializar sus productos a través de Internet.
“Internet facilita enormemente la comparación entre diversos seguros y permite enviar los partes de forma electrónica desde cualquier punto de España”, dice García. Pero estas ventajas son aplicables a los agentes comerciales de cualquier otro producto. “Los comerciales pueden utilizar Internet para estar en contacto permanente con sus empresas allí donde se encuentren. Pueden actualizar sus catálogos o confirmar pedidos desde la misma oficina del cliente”, explica Eugenio Aranguren, director comercial de Softec, una empresa vizcaína perteneciente al grupo IBV (Iberdrola-BBV) que ha introducido estos sistemas en varias empresas.
Otro ejemplo más exótico es el de los agentes de exportaciones e importaciones, como Antonio Gámez, un malagueño que comercializa productos españoles en Qatar, país en el que reside. Gámez utiliza la web para consultar listados de empresas que pueden estar interesadas en vender sus productos en Qatar y contacta con estas firmas a través del correo electrónico. Los pedidos sólo dejan el ordenador cuando toman el avión o el barco para llegar hasta este país de Oriente Medio. “Está claro que ésta será la forma de trabajar del futuro, pero todavía hace falta una preparación de los departamentos de Exportación para introducirlos a este nuevo medio”, explica.
6. DOCUMENTALISTAS O INFONOMISTAS
La enorme cantidad de información que circula por Internet tiene un valor incalculable para las empresas pero requiere de nuevos profesionales con capacidad para encontrar la aguja en ese gigantesco pajar de datos. El perfil de este nuevo trabajador todavía no está muy claro, aunque los expertos lo describen como un “gestor de la información” con conocimientos de informática, administración de empresas y telemática. Alfons Cornellá, profesor de la escuela de negocios Esade, ha desarrollado el término de “infonomista” para describir a este profesional y aboga, incluso, por la creación de carreras universitarias en “Infonomía”.
“El problema radica en que las universidades no se han planteado enseñarla porque las empresas no piden infonomistas y, al revés, no lo hacen porque los centros académicos no preparan tal cosa. Pero soy consciente de que ya hay suficiente demanda de las empresas para estructurar una carrera de Infonomía agregando conocimientos hoy repartidos entre informática, administración de empresas, comunicación, telecomunicaciones, psicología y economía”, dice Cornellá.
7. BANQUEROS ELECTRONICOS
Los principales bancos españoles han abierto sucursales en la red y están empezando a requerir nuevos profesionales para este nuevo canal de venta de sus productos que, según la consultora Deloitte & Touche, obligará a cerrar la mitad de las oficinas. “Para cierto tipo de clientes, la banca electrónica sustituye a los comerciales y a todos los puestos mecánicos”, explica Jaime Arroyo, director de Seminarios de King’s Group, que imparte cursos sobre Internet como herramienta para las finanzas y el marketing.
Entre los profesionales que serán necesarios, Arroyo alude a los gestores comerciales con capacidades técnicas para manejarse por amplias bases de datos y para comunicarse a través del correo electrónico y a los estrategas de nuevos productos bancarios online como las “ciberhipotecas” y “cibercuentas” que ya empiezan a ofrecer algunas entidades.
8. PROFESORES Y MONITORES DE INTERNET
La moda de Internet y las dificultades para encontrar empleo están creando un nuevo negocio en la formación informática. Al mismo tiempo, los gobiernos empiezan a preocuparse por la educación de los escolares, que van a necesitar un amplio conocimiento de las nuevas tecnologías durante su vida. Con este objetivo, los ayuntamientos de Barakaldo y Portugalete han empezado a formar monitores de Internet para las escuelas y grupos de parados de estas localidades.
Por ejemplo, doce estudiantes de FP y un ingeniero informático de la villa jarrillera acaban de concluir uno de estos cursos y tienen ya un contrato de seis meses para impartir clases a alumnos de los colegios de Portugalete. “Buscábamos gente con una base informática pero con capacidades pedagógicas”, explica Gaizka Bilbao, teniente-alcalde de Personal de esta localidad.
Otro ejemplo similar es el de los telecentros, que forman a teletrabajadores con el fin de que puedan desempeñar su actividad laboral desde sus locales, donde disponen de buenos equipos informáticos y conexiones telemáticas de alta velocidad. “Somos una especie de intermediario ya que contactamos con las empresas para dar a conocer el centro y para asegurar unos estándares de calidad de los teletrabajadores que hemos formado y que utilizan nuestras instalaciones”, explica Alejandro Arteche, director del telecentro de la pequeña localidad vizcaína de Gordexola, uno de los pioneros en España.
Los catalanes, mucho más avanzados en todos los temas relacionados con Internet, se mueven a otro nivel y ya no hablan de maestros que enseñen a navegar a sus alumnos sino de auténticos ciber-profesores, especialmente los de la Universidad Abierta de Cataluña, el primer centro académico español que sólo existe en la red de ordenadores.
Otro aspecto completamente distinto es el del reciclaje de los profesores actuales ante un futuro que muchos expertos anuncian como de “autoaprendizaje”. “Las nuevas tecnologías favorecen la autonomía del alumno y permiten una mejor adaptación a los diferentes estilos de aprendizaje. Internet nos ofrece unas posibilidades didácticas infinitas. Pero precisamente por ser infinitas, es fácil perderse y es ahí donde es importante el papel del profesor como guía que facilite al alumno el aprendizaje”, explica Carmen Coronado, profesora en un instituto de Alicante.
Un colega suyo en un centro escolar de Vitoria, José María Pérez, es uno de los primeros maestros vascos en introducir la enseñanza de Internet en sus clases. “Les interesa mucho todo ésto, pero en cuanto les dejo solos acaban yendo a los mismos canales de IRC (tertulias online) o se van a los webs más pornográficos”, explica.
9. TRADUCTORES
La creación mediante Internet de un amplio mercado mundial en el que una pequeña empresa de Abadiano puede ofrecer sus productos a todo el mundo crea numerosas oportunidades para los traductores. Con esta idea en mente, Robert Hopkins, un americano residente en Barcelona, ha creado una empresa, Weblations, dedicada exclusivamente a la traducción de páginas web.
“Para que una web cumpla su función comercial, tiene que estar presentada en el idioma del usuario que navega por ella”, explica Hopkins, que ha realizado traducciones a diversas lenguas, incluido el euskera. Weblations, que utiliza traductores freelancers del país en el que se habla el idioma, se encarga también de adaptar las páginas a las especificidades culturales de cada zona.
El mayor riesgo para este gremio es el desarrollo de programas que permiten realizar traducciones automáticas, como el Metalengua de la empresa vizcaína Inter-Lan. “Con este sistema se elimina automáticamente entre el 80 y el 90 por ciento del trabajo de traducción, dependiendo de los casos”, explica Gregorio Uribeetxebarria, consejero-director de Inter-Lan. Este empresario compara su programa con los cambios que produce la introducción de bull-dozers en la construcción: “Se elimina la parte ruda del trabajo y se crean nuevas oportunidades de especialización por áreas de negocio, ya que el traductor tendrá más tiempo para dedicarse a transmitir el espíritu del texto”.
10. ABOGADOS
El nuevo espacio económico que es Internet está creando un sinfín de problemas jurídicos, de ámbito muchas veces internacional, que exigen la participación de abogados especializados en su resolución y prevención. Desde los contratos electrónicos que no se pueden firmar con bolígrafo hasta los hackers y sus violaciones de los ordenadores ajenos.
El especialista jurídico en Internet más conocido en España es el abogado barcelonés Javier Ribas, que ha convertido su pasión juvenil por la informática en su dedicación profesional. “Cuando comencé a ejercer, mis clientes del sector informático vieron que conmigo había una buena relación porque conocía la terminología y sabía cómo reflejarla en una demanda judicial”, explica.
Ribas fue uno de los primeros abogados españoles en montar un despacho digital en el que ha colocado todas las circulares informativas que envía a sus clientes y una base de datos de contratos informáticos junto con una dirección de correo electrónico en la que puede recibir consultas. Otra oficina similar es la que ha creado el mallorquín Ramón Sellas para asesorar online a las personas interesadas en comprar pisos en Baleares o para que sus clientes puedan conocer la marcha de sus expedientes.
Este tipo de despachos electrónicos, mucho más baratos que los situados en un piso, han proliferado como las setas y han causado la alarma entre los colegios de abogados, que prohíben expresamente la publicidad de sus asociados. “¿Es publicidad publicar una página web?”, parecen preguntarse.
Ribas ha colocado también en Internet la posibilidad de solicitar de forma electrónica un “arbitraje tecnológico”, un contrato que sustituye al juez a la hora de resolver problemas jurídicos originados en el uso de la informática o las telecomunicaciones. Y es que la ineficacia de los escasos tribunales internacionales ha desarrollado la imaginación de muchos internautas, que están creando nuevas instituciones con capacidad para resolver los problemas jurídicos que se originan en Internet.
Es el caso, por ejemplo, de dos empresas creadas en España para administrar la concesión de nuevos dominios, es decir las direcciones que sirven para localizar e identificar a las páginas web: Interdomain, controlada por Telefónica y la Asociación de Usuarios de Internet; y Nominalia, que pertenece a la Fundación Catalana para la Investigación, una entidad de la Generalitat.
11. INGENIEROS Y ARQUITECTOS ONLINE
Estos profesionales están empezando a utilizar Internet como medio para enviar sus trabajos a empresas situadas en cualquier punto del mundo. Es el caso de una empresa vizcaína que conecta a diseñadores de piezas de máquina herramienta con los propios fabricantes, que pueden así elegir al profesional que ofrezca la mejor relación calidad-precio en cada momento. La utilización de esta herramienta electrónica permite a las empresas ahorrar el 30% del coste de cada diseño.
Internet es otras veces el medio para enterarse de la existencia de un puesto libre. Es el caso de Normal Albi, un ingeniero de telecomunicaciones catalán de 29 años que se convirtió el año pasado en el primer directivo español fichado a través de Internet. Albi consiguió un puesto de director técnico en la empresa de televisión por cable de Valencia después de haber consultado online la bolsa de trabajo de las páginas web de su colegio de ingenieros.
En el gremio de los arquitectos, los colegios oficiales de Madrid y Barcelona ha desarrollado, junto con una filial de Telefónica y la Editorial Planeta, un servicio que permite a sus afiliados conocer online el estado de los expedientes de sus obras y proyectos que exigen el visado del órgano de colegiación.
12. PERIODISTAS
Un fenómeno social de la categoría de Internet exige un esfuerzo informativo por parte de los medios de comunicación. Las páginas de los periódicos empiezan a llenarse de artículos sobre Internet, aparecen revistas especializadas -hasta siete en España- y la televisión comienza a preocuparse por un competidor que le está restando audiencia. Algunos periódicos españoles tienen en plantilla a periodistas que se dedican únicamente a navegar y a escribir sobre lo que acontece en la red y Canal C:, la nueva cadena dedicada a la informática de Canal Satélite Digital, tiene programas consagrados íntegramente a Internet.
Además de cubrir los aconteceres de la red en los medios tradicionales, Internet es un nuevo medio de comunicación de por sí. A los periodistas que trabajan en las ediciones online de los diarios españoles hay que añadir a los dos estudiantes de la Universidad de Navarra que acaban de encontrar trabajo en la nueva web en español de la cadena de noticias CNN y a los diversos “web-jockeys” que están apareciendo en las emisoras de radio que sólo emiten por Internet. El web de la CNN recogía recientemente un anuncio que refleja perfectamente este proceso: “La edición de Deportes de CNN Interactiva necesita un periodista especializado en Internet para la producción de elementos multimedia en la web de la cadena”.
La contratación no es la única salida laboral. Están surgiendo también un sinfín de pequeñas publicaciones electrónicas que intentan vivir de una todavía escasa publicidad online. Sus autores son los que Alfons Cornellá, profesor de la escuela de negocios barcelonesa Esade, denomina “info-prendedores” o nuevos emprendedores de la información que han encontrado en Internet un medio para publicar boletines de forma muy barata.
TENDENCIAS DEL TRABAJO EN INTERNET
-El trabajo no estará vinculado a la fábrica, sino que se desarrollará en casa o en centros vecinales de teletrabajo, como el que ya existe en la localidad vizcaína de Gordexola.
-La empresa desaparece como unidad de trabajo y pasa a ser una especie de “corporación virtual” formada por redes de trabajadores autónomos situados en diversos puntos del planeta y comunicados entre sí mediante telecomunicaciones. “La empresa tal como la conocemos está en vías de extinción”, dice Don Tapscott, el autor de “Economía Digital”, que vislumbra un futuro de redes tanto de clientes como de teletrabajadores. El mejor ejemplo son las empresas de software de India que, gracias a los bajos salarios de sus ingenieros, pueden trabajar para las compañías americanas a través de Internet y de conexiones directas de ordenadores. Cuando una firma californiana está elaborando un nuevo paquete de software, sus ingenieros trabajan en ello durante 12 horas al día. Cuando los californianos se acuestan, el proyecto lo continúan los ingenieros situados en Bangalore (India), que tiene una diferencia horaria de unas 13 horas con EE.UU.
-Los antiguos obreros vinculados al trabajo manual desaparecen y se convierten en lo que algunos describen como “mercenarios intelectuales”, es decir, trabajadores individuales que venden sus ideas y conocimientos al mejor postor. Es el mundo de los “freelancers”, un concepto inglés que hasta hace muy poco sólo incluía a los artistas.
-El autoempleo será la regla general, lo que derivará en un sinfín de empresas muy especializadas formadas por uno o dos trabajadores
-Desaparece el puesto de trabajo vinculado a una tarea fija y se desarrollarán labores siempre vinculadas a un proyecto concreto. Don Peppers, otro de los gurús, suele decir que “se está regresando a la economía del cazador, que sólo se alimenta cuando pilla alguna presa”. Es decir, el teletrabajador sólo ganará dinero cada vez que sea capaz de vender su idea.
-La posibilidad de comunicar rápidamente y sin costo a personas situadas en los dos extremos del mundo supone también el fin de las jerarquías en las empresas. Todos los trabajadores estarán especializados en diversas áreas y se relacionarán entre sí al mismo nivel, como iguales. Los expertos suelen citar el ejemplo de la construcción de aviones, en la que intervienen empresas situadas en diversos países y especializadas cada una en una parte de la nave.
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Sobre el Autor
José A. del Moral
Socio director de Alianzo, fundador de Startup 2.0 y business angel. Fue socio fundador de Ya.com. Ha coescrito dos libros sobre la Web 2.0. El Mundo lo incluye todos los años desde 2011 en la lista de los 25 españoles más influyentes en Internet.