Naia Espinosa (Dryfing) «En tres meses tendremos listo el prototipo de una máquina de desinfección y secado de trajes de neopreno»

Naia Espinosa (Legutio, 1998) estudió ADE y, en sus visitas a BIC Araba durante la carrera, se dio cuenta de que lo suyo era emprender. Se apuntó a un curso para emprendedores que le llevó a Silicon Valley y ha puesto en marcha, junto a Juanjo Torres, una startup que está diseñando una máquina capaz de lavar, secar y desinfectar los trajes de neopreno de los surfistas, Dryfing. En tres meses esperan tener el primer prototipo.

Esto es lo más interesante que nos contó en la entrevista que le hicimos:

  • Tanto Espinosa como su socio Torres son apasionados del surf, hasta el punto que haberse conocido en un campamento para surferos. Los dos tenían claro que una necesidad aún no resuelta en este deporte es la del cuidado de los trajes de neopreno entre uno y otro uso. «Tardan mucho en secarse, lo que se convierte en un problema serio cuando estás viajando. En el caso de las academias y centros de alquiler, el reto es poder desinfectarlos y secarlos lo antes posible para un nuevo uso», explicó.
  • Identificada la necesidad, los dos socios de Dryfing se pusieron a investigar si había opciones de fabricar un aparato que hiciera esas funciones y, sobre todo, si hay mercado. Identificaron también diversos competidores: lavadoras y secadoras industriales y perchas secadoras. «Tienen el problema de que estropean los trajes. Nos dimos cuenta de que no hay en el mercado ninguna máquina especializada en el lavado, desinfección y secado de trajes de neopreno», explicó.
  • Torres y Espinosa tienen un perfil más comercial y de negocio que técnico, por lo que necesitaban un socio que les ayudara con la ingeniería. Lo han encontrado y han conseguido también un acuerdo con el centro tecnológico suizo CERN para investigar en desinfección. «Sabíamos muy bien lo que queríamos e hicimos un documento de requerimientos que fuimos entregando a las diversas ingenierías con las que hemos hablado. Los principales retos técnicos son que el aparato no dañe los trajes, que el tiempo de secado sea bajo y que la desinfección sea profunda», explicó.
  • A nivel comercial, Dryfing está haciendo ya presentaciones de su aparato con el fin de captar cartas de intención de compra. Les sirven para poder obtener inversores para financiarse hasta que puedan vender las primeras máquinas. En el proceso han variado su modelo de negocio. «Al principio creíamos que nuestro cliente iba a ser el surfero particular, pero después hemos visto que es más fácil introducirnos en el mercado a través de las empresas de alquiler y las de formación, además de los alojamientos orientados a deportes acuáticos. Tanto buceo como surf. En la máquina cabran entre seis y diez trajes a la vez, que coincide con los alumnos de una clase de surf. Hay 3.500 empresas de este tipo solo en España», explicó.

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