¿Por qué hoy Bildu podría haber ganado las elecciones vascas pero no va a hacerlo?

En muchos lugares del mundo hoy están sorprendidos de que un partido próximo a ETA pueda ganar las elecciones, una posibilidad que marcaban casi todas las encuestas hace apenas seis días. Silvan las siguientes líneas para explicarles por qué Bildu ha alcanzado estas altas expectativas, pero al mismo también para aclararles por qué no va a suceder eso mismo.

Empezamos con las razones del éxito de Bildu:

• Su rival, el PNV, está más débil que nunca. La sociedad vasca está cansada de que siempre gobiernen los mismos y de que aprovechen esa circunstancia en su favor, una actividad que en Euskadi se centra fundamentalmente en el reparto de puestos entre afiliados. Como no puede ser de otra manera, Euskadi demanda caras nuevas, por muy inexperimentadas que sean.
• Bildu ha captado finalmente que necesitaba tener un líder joven con su propio discurso socio-económico fresco. Entre los votantes con menor edad es la opción preferida sin duda alguna. Que Otegi no aparezca tanto es algo positivo a la hora de atraer votantes de izquierdas, aunque está por ver si va a fagocitar a Podemos-Sumar.
• El PNV se ha equivocado mucho en la pre-campaña. Sacar del banquillo a un jugador nuevo siempre es arriesgado, más aún si al que sustituyes es a un líder consolidado capaz de atraer muchos votos por sí mismo. A Imanol Pradales le falta mucho recorrido y ha mostrado, por momentos, una enorme inocencia y dificultades para empatizar con sus interlocutores. Se ha llegado a especular que el candidato por Alava, Joseba Díez, excluido inicialmente por el EBB, habría tenido mayor recorrido.
• El candidato de Bildu, Pello Otxandiano, ha hecho una campaña excelente. Se sabe el programa de carrerilla, porque lo ha confeccionado él mismo, y ha mostrado dosis de humildad que en Euskadi son muy bien recibidas.
• En campaña, al margen de algunos recursos electorales de dudoso gusto y eficacia, han coincidido circunstancias sustancialmente en contra de los intereses del PNV. Flaco favor le hizo el enchufazo del ex de Osakidetza Ibon Etxeberria o las fotos de los dirigentes del partido montando en un barco aparentemente pagado por PwC para seguir a la gabarra a unos días de que se vote.

Y ahora toca explicar por qué Bildu no va a ganar:

• La principal razón es que no lo necesita. A Bildu le va mejor como partido de la oposición, como se pudo comprobar en la Diputación de Gipuzkoa hace una decena de años. No tiene cargos que colocar ni grandes necesidades económicas y gobernar desgasta.
• Pero tampoco quiere gobernar. A Bildu le interesa tener un buen resultado en la medida en que eso le da más poder para negociar con Madrid. ¿Negociar qué? Su agenda política tiene poco que ver con lo que se va a hacer en Lakua (sede del Gobierno Vasco). Una mayor integración con Navarra y, sobre todo, favores a los presos de ETA son sus verdaderos objetivos.
• Los supuestos errores de Otxandiano en los últimos días a la hora de responder a periodistas sobre ETA no son lo que parecen. Bildu es una organización fuertemente jerarquizada y disciplinada en la que todo está medianamente previsto. Es verdad que a Otxandiano se le vio nervioso pero es más porque sabía que estaba perdiendo votos y que, por tanto, no es lo que habría hecho con un criterio marketiniano puro. Tenía que responder lo que le habían exigido que dijera, no lo que él realmente pensaba que era más adecuado. No hay que olvidar que Otxandiano es un candidato fresco pero también disciplinado y está ahí sobre todo por esto último.
• A Bildu la situación le resulta sumamente cómoda saque lo que saque hoy en las elecciones. Ya se ha hablado de ellos como el partido que podía ganar y eso es más que suficiente. Con esos galones, ya tiene la fuerza necesaria para conseguir que pasadomañana PNV y PSOE firmen un acuerdo sobre el conflicto que reconozca algunos derechos para los presos que quedan en las cárceles con penas largas.
• El PNV suele salir beneficiado cuando hay más participación de lo habitual. Su votante, más moderado, suele formar parte de eso que llaman indecisos y que no decantan su opción hasta el último momento, si es que lo hacen. Parece ser que en estas elecciones hay más voto por correo de lo habitual, así que está claro que la participación va a aumentar.

¿Calculó esto último el PNV cuando hizo el recambio en el banquillo? Supongo que sí.