El caso VTC o por qué Madrid se ha comido a Barcelona y Bilbao como centro económico
|El caso VTC ha permitido ver con claridad cómo la Administración tiene un rol relevante a la hora de facilitar la libre economía o de limitarla. Mientras la Comunidad de Madrid decidía no poner ningún tipo de cortapisa a la actividad de Uber o Cabify, los gobiernos de Cataluña y Euskadi hacían todo lo contrario. Y hay muchos más casos que explican por qué la economía de la capital del Estado es la más robusta y dinámica.
No hay que olvidar nunca que en los años setenta, en las vísperas de la creación de las comunidades autónomas, las provincias vascas eran las que tenían el mayor PIB per cápita. Con la llegada de la democracia y la descentralización administrativa y fiscal, cabría esperar una pérdida de poder del centro en favor de las zonas periféricas, que ganaban mayor capacidad de gestión económica. Sin embargo, ha sucedido básicamente lo contrario.
Es cierto que la crisis industrial y el desarrollo del turismo han desviado una parte importante de la riqueza desde el Cantábrico hacia el Mediterráneo. Pero al mismo tiempo, Madrid no ha parado de crecer, atrayendo a las pocas compañías que mantenían sus sedes en Euskadi o Cataluña y a las nuevas multinacionales que se instalaban en España. Los casos de Vocento, BBVA o Iberdrola, que hoy tienen todas sus sedes operativas en la capital son significativos.
¿Qué hay detrás de este fenómeno? Poco de ello tiene que ver con decisiones políticas, como pudo ocurrir con Francisco González en el BBVA. El trasvase de poder hacia Madrid está mucho más relacionado con la mayor atracción económica y, por ende, de talento que genera esta ciudad. Por una parte, porque el centro de decisiones actúa con un efecto centrífugo. Por otra, porque los políticos madrileños son mucho más «business friendly». Veamos varios ejemplos:
– La regulación de las VTC. Mientras Madrid no ha cedido a las manifestaciones de los taxistas, en Cataluña la bajada de pantalones se produjo al segundo día de huelga y en Euskadi ni siquiera les ha hecho falta movilizarse. No es casualidad que Cabify, una de las mayores startups del sector, tenga su sede en la capital del Estado.
– Apartamentos turísticos. Mientras las regulaciones catalana y vasca son sumamente restrictivas (y exigentes) con los particulares que deciden utilizar sus casas para alquilarlas por Airbnb, en Madrid la normativa es mucho más laxa. El efecto positivo sobre el turismo es evidente, con todo el empleo que este fenómeno genera en su entorno.
– Horarios comerciales. Madrid atrae compradores de todos los puntos del Estado. Tiene las mayores tiendas, pero también es la que da más facilidades a la apertura (no es necesario licencia, vale con la petición de la misma) y en horarios (se puede abrir a cualquier hora cualquier día). En Euskadi, sin embargo, es prácticamente imposible encontrar comercios abiertos en domingo.
– ITVs. Mientras Euskadi y Cataluña mantienen un sistema de licencias sumamente restrictivo para poder operar locales de inspección de vehículos, en Madrid se ha abierto la veda. Como resultado inmediato, no hay que esperar colas y los precios son de media un 50% inferiores.
https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2019-02-10/javier-lopez-menacho-farsa-startups-emprendimiento_1811038/
Creo que esos ejemplos, siendo ciertos, más bien son señal de que en Madrid la economía es ultraliberal, con lo que tiene más de negativo a mi parecer que de positivo. Está claro que abogas por cuanta menos regulación mejor. Pero no se nos olvide que durante la crisis Madrid sufrió muchísimo; con las empresas en crisis, la comunidad iba al arrastre y su gente al paro y la miseria. Porque en una economía ultraliberal el que más sufre es el trabajador: sus condiciones empeoran aunque haya puestos de trabajo. En Euskadi, mucho más regulado, eso está muy amortiguado: las desigualdades son menores, se sufre menos con las crisis y hay mucha menos violencia y una población más preparada y capaz, menos débil ante los problemas y que aporta más valor añadido.
Pero vamos, todo eso ya lo vemos en USA y lo opuesto en Suecia, por ejemplo. Yo, la verdad, prefiero el modelo sueco.
Este artículo de El País es muy ilustrativo y, desde mi punto de vista, apunta a que en Europa (esa que tanto admiramos) las cosas se hacen de forma diferente a como se hacen en Madrid:
«La batalla de los taxis y los VTC es global: así han legislado en otras partes del mundo para poner paz.
El conflicto trasciende las fronteras españolas y ha tenido diferentes desenlaces en función del país»
https://elpais.com/economia/2019/01/29/actualidad/1548781875_686856.html
Lo que tenian que hacer era mejorar y/o solucionar la problemática del taxi que es distinto a solucionar la problemática del taxi poniendo trabas al resto de competidores.