El cachondeo de los dominios
|El lío de los dominios, o cachondeo, como prefieren describirlo los proveedores españoles de servicios de Internet, ha generado el más intenso ciberculebrón que pueda vivir la red en España en mucho tiempo. El diario económico Cinco Días dio el primer aviso, al recordar que muchas empresas españolas estaban buscando sus direcciones internáuticas lejos del dominio .es. Después llegó una historia de Santa Claus venidos de Escandinavia para regalar dominios, chicos malos con nombre de araña, reality shows en la televisión y unos abogados y una empresa que prometen arreglar el mundo al estilo de La Ley de Los Angeles. En medio de todo ello, un negocio multimillonario, que aprovecha el vacío legal de Internet para vender asesoramiento a las empresas que aún no se han dado cuenta de la importancia de estar “conectadas” y disponer de una dirección virtual a nivel mundial.
Este ciberculebrón tuvo su primer episodio en dos artículos de Cinco Días en los que se describían las hazañas de las empresas españolas para, primero, poder registrar sus dominios y, después, recuperar sus marcas perdidas. “Descubrimos este asunto mientras investigábamos las razones por las que muchas empresas españolas estaban registrándose como .com”, explica José Cervera, el autor de los artículos. Como si se tratara de la serie “Los ricos también lloran”, las empresas españolas están dándose cuenta de que no lo tienen tan fácil para obtener su dominio en Internet.
Por una parte, EsNic, la entidad pública que otorga las matrículas .es, es lenta en la tramitación y tiene unas reglas muy estrictas en cuanto a los nombres que se pueden utilizar y, por otro lado, muchas empresas se han encontrado con que alguien ha registrado ya su dominio .com. “En la base de datos de la entidad que entrega las matrículas .com aparecieron muchas empresas españolas a nombre de compañías de Hong Kong, Suecia, Suiza y hasta España”, prosigue Cervera.
El periodista consiguió hablar con una de estas compañías que había registrado, entre otros, los dominios telepizza.com, teleline.com o lacaixa.com. Esta empresa, con el siniestro nombre de Spiderzone, había generado rumores en los corrillos de Internet sobre un supuesto ofrecimiento a Telepizza de su dominio a cambio de la módica cifra de dos millones de pesetas.
Mike, uno de los socios de la empresa, niega este hecho y asegura que su empresa se limita a ofrecer la creación de la web corporativa de Telepizza o de cualquier otra firma. “Dentro de ese amplio servicio ofrecemos también la utilización del dominio .com correspondiente”, añade. Jordi Farré, otro de los socios, no desmiente que vendan dominios pero sí niega cualquier acusación de “tráfico negro de marcas en Internet”.
“Nosotros ni compramos ni vendemos marcas”, afirma. Los responsables de Spiderzone son muy críticos con el tratamiento que ha hecho la prensa del tema -“nos han descrito como piratas y chantajistas”, explica Mike- y están estudiando acciones legales contra un medio de comunicación y crear un foro para discutir online sobre el tema. “No me puedo creer que el día que vino Bill Gates a España no tuvieran otra cosa de la que hablar en televisión que de nosotros. Si hubiéramos ido de mala leche podríamos haber registrado todos los .com españoles hace un año, cuando nos dimos cuenta de que éramos los únicos que teníamos un dominio .com en este país”, añade Mike.
El gran error de Spiderzone ha estado, quizás, en no ocultar su identidad puesto que muchas empresas realizan la misma actividad pero esconden su nombre mediante compañías registradas en las Islas Vírgenes o Hong Kong, sendos paraísos fiscales. Lo cierto es que su actividad no viola ninguna norma, pero daña los intereses económicos de algunas de las principales empresas de este país. Eso no parece agradar por ejemplo a Jon Elósegui, que registró varios dominios del diario radical Egin y se ha negado a hacer cualquier declaración al respecto.
Diferente fue la actitud de la empresa sueca Icon Medialab, que había registrado a varios medios de comunicación (telecinco.com y 5dias.com, entre ellos) y convocó inmediatamente una rueda de prensa para devolverlos. “Entendemos que nuestra labor consistía en advertir a las empresas españolas del peligro de perder sus marcas en Internet. Nuestro negocio es crear webs corporativas y en ningún caso extorsionar a través de los dominios”, explica Jessica Ryman, directora general de la recién inaugurada oficina de Icon Medialab en Madrid.
Esta empresa sueca, que pretende abrir este año delegaciones en varias capitales europeas, tiene reservado el dominio madridvirtual.com, con el que pretende crear una guía de la capital de España basada en un mapa sensible en tres dimensiones. Icon Medialab, que tiene un interés escandinavo por el mundo del esquí y ha cogido los dominios de las principales cordilleras montañosas del mundo, tuvo que asesorar al servicio postal sueco cuando una grupo de personas registró su dominio .com para llenar las páginas de contenido difamatorio.
El mismo riesgo corre el Gobierno Vasco, que conoce que los dominios euskadi.com y euskadi.org están en manos de un comité suizo que simpatiza con ETA. Algo similar pudo también pasarse por la mente de los responsables del departamento de servicios multimedia de la editora de El Mundo cuando registraron el-pais.com. Finalmente, el dominio se cambió por una cena por valor de 100 dólares (14.000 pesetas).
MICROS0FT Y M1CROSOFT
Ese precio puede calificarse de ridículo si se compara con los que se han llegado a pagarse por algunos dominios en EE.UU. Microsoft, por ejemplo, pagó 10.000 dólares (casi millón y medio de pesetas) por slate.com (slate significa tablón de anuncios), que ahora utiliza para una de sus publicaciones online. C/Net, una empresa de medios de comunicación electrónicos, ofreció pagar 50.000 dólares (unos siete millones) por el dominio television.com y se tuvo que quedar con las ganas puesto que el propietario rechazó la venta.
Best Domains ha creado en la red una sala de subastas de dominios, en la que se puja por un mínimo de 500 dólares (70.000 pesetas) y se han llegado a pagar 95.000 dólares (13.300.000 pesetas). Best Domains ofrece 2.200 dominios, por los que cobra al propietario un mínimo del 10% del valor de la oferta y una comisión de alrededor del 30% por el valor final de la venta. Entre los dominios que ofrece actualmente, destacan e-shop.com (precio de partida: 350.000 dólares), maximo.com (95.000 dólares) y perot2000.com (75.000 dólares).
“Los dominios son una especie de propiedad inmobiliaria, lo que permite que se invierta en ellos”, se explica en el site de Best Domains. La idea de las subastas online de dominios ha cuajado bien en la red y ya hay unas diez empresas que actúan de intermediarios entre ciberpropietarios y ciberaspirantes. Las comisiones varían desde el 10% de Domain Reseller hasta el 30% de Best Domains. Se puede encontrar una información completa del tema en Internet Gold Rush.
Fernando Basarrate, responsable de Basarrate Traductores, una empresa que se dedica a realizar webs multilingües, se ha apoderado de varios dominios de regiones vinícolas españolas (jerez.com, penedes.com) con el fin de dar un valor añadido a sus clientes. “Es un gancho comercial más. En ningún caso se me habría ocurrido coger el dominio de la empresa”, añade.
Otra fórmula para obtener dinero de este nuevo filón es realizar la gestión de la obtención de los dominios, algo que ya realizan casi todos las empresas que viven de Internet. La americana Sure Site realiza una investigación gratuita para conocer si se ha registrado previamente el dominio de una empresa.
Lo que este nuevo negocio parece implicar, y así lo ha entendido el mismísimo Fisco norteamericano, es que la red ha creado una nueva propiedad intelectual, que puede pasar de unas manos a otras en un auténtico mercado virtual. “El espíritu de Internet es el del pionero, el primero que llega debería pasar a ser el propietario”, afirma Antonio Llanos, un empresario gallego que acaba de crear en Internet “El barrio del transporte español”.
No todo el mundo está de acuerdo con esta visión de las cosas, al menos en lo que se refiere a los dominios de empresas. “El uso como dominio de una marca registrada por otra persona física o jurídica puede tener como origen el aprovechamiento intencionado de una reputación comercial ajena”, explica Javier Ribas. “El problema que se plantea es que el nombre facilita la localización de la empresa y la gente tiende a buscar la web corporativa a partir de la denominación oficial de la compañía”, añadió el abogado Luis Carvajal durante la presentación de la asociación entre QuadNet y el despacho de Javier Ribas para asesorar en materia de dominios.
El problema se agrava si se tiene en cuenta que los principales buscadores acuden primero al nombre seguido de .com ya que más del 50% de los dominios tienen esa terminación -el 58% en julio de 1996, según Network Wizards-. “Las direcciones que son fáciles de recordar o tienen nombres que se asocian fácilmente con la actividad de la empresa tienen un gran valor porque facilitan el contacto con los clientes”, resume el abogado William S. Galkin en su publicación mensual Computer Law Observer (suscripción gratuita en chalcomm@aol.com).
LAS TRABAS DE ESNIC
El atractivo del dominio .com a nivel mundial cuenta con una ventaja adicional en España: EsNic pone demasiadas trabas para realizar las matriculaciones con .es. Para obtener un dominio en España hace falta demostrar que se es empresa o asociación y que, por tanto, se tiene el derecho a usar la marca o nombre que aparecerá en la matrícula. El reglamento va todavía más lejos ya que prohíbe dominios con topónimos, nombres propios o con “palabras malsonantes”. Si a la comprobación de que se cumple con todas las normas se añade el hecho de que EsNic ha contado durante mucho tiempo con sólo dos empleados, es fácil entender por qué muchas empresas han tenido que esperar hasta cuatro meses para obtener su dominio. Esta circunstancia la reconoce incluso el responsable del servicio, Miguel Angel Sanz, aunque también admite que este año se han doblado los recursos humanos con la finalidad de alcanzar un tiempo de respuesta de cinco días.
El resultado, hasta el momento, ha sido una huida masiva hacia los dominios internacionales (.com, .net. o .org), que pueden tardar menos de una hora en realizar un registro, y hacia otros más exóticos como el .gi de Gibraltar o .gp de Guadalupe. Sin ir más lejos, en el número de febrero de esta revista las cinco webs con dominio propio de la sección “Los 10 más hispanos” tenían todas .com, .net, .org o .gp. Y sin tampoco alejarse demasiado, la web de la revista Web tomó un dominio .com ante las dificultades planteadas por EsNic para que apareciera la palabra web en la dirección.
Por cierto, cada matrícula registrada bajo un dominio extranjero supone una salida de divisas. El registro .com es sencillo puesto que se puede hacer por vía electrónica en el site de Internic y sólo hace falta dar una justificación simple. Armando Ramos, responsable técnico de la web del diario El Mundo, explica que para inscribir el-pais.com dieron como argumento: “Registro de nuestro principal competidor para dárselo como regalo”.
Para obtener una matrícula .net o .org hay que dar alguna razón más específica puesto que la primera está limitada a las redes informáticas y la segunda a las organizaciones de tipo altruista. “Todo el mundo sabe qué frase hay utilizar para quedarse con un dominio .net y .org y, si lo pones mal, te contestan diciendo qué tienes que escribir la próxima vez”, explica Carlos Galvé, socio de Hipocom, una empresa de Zaragoza que crea webs y tiene un amplio repertorio de dominios de ciudades españolas.
Los registros de otros países también atraen a las empresas españolas ya que, según Richard Devret, del proveedor de servicios Seker, “hay mucha gente registrada en .com para evitar la mala labor de EsNic”. Seker está recurriendo últimamente a Gibraltar para colocar dominios a empresas españolas. “Son rápidos, no exigen que el servidor esté localizado allí y tienen una matrícula atractiva para gente de Girona o de Gijón. Lo malo es que recientemente han prohibido los servidores pornográficos”, explica Drevet.
La Caixa, tras encontrarse con que no podía utilizar el .com, ha hecho un recorrido de distintos registros europeos en los que una empresa extrajera puede reservar un dominio y ha matriculado esta caja de ahorros incluso en Liechtenstein (lacaixa.li). Lo cierto es que hay cerca de 240 dominios nacionales para elegir (http://www.nw.com/zone/iso-country-codes), cada uno con su normativa propia. Recientemente, el parlamento catalán solicitó la creación de la matrícula .ct (se recogen firmas en http://domain-ct.org) y en un foro electrónico vasco se hizo referencia a la creación de un .eh (de Euskalherria). Esto último es imposible puesto que, además del desacuerdo entre los vascos sobre la denominación oficial de su comunidad (¿Euskadi o Euskalherria?), el dominio .eh pertenece al Sáhara Occidental.
Lo que sí que es sorprendente es que se haya puesto una matrícula a la Antártida (.aq) o que la isla australiana de Norfolk tenga sus propios dominios (.nf). “Los americanos se pensaron que era otro país”, dice Rob Ryan, el artífice de que la isla de Norfolk tenga su propio registro.
De todas formas, el dominio preferido sigue siendo el .com porque es el único con capacidad para dar una imagen internacional. Internic, el registro encargado de gestionar esta matrícula está monopolizado por una empresa privada formada antiguos agentes secretos norteamericanos, Network Solutions, y también recibe múltiples críticas.
Por un lado, los afectados por la pérdida de un dominio lamentan la ausencia total de cualquier exigencia documental a la hora de otorgar una dirección. “La nefasta gestión de los denominados dominios genéricos internacionales (.com) ha dado lugar al surgimiento de toda una fauna de pícaros, extorsionadores y traficantes de dominios”, razona Miguel Angel Sanz.
Marcas como la aspirina (aspirin.com) de Bayer o El Corte Inglés (elcorteingles.com) han pasado a manos de empresas que nada tienen que ver con los propietarios del nombre, tal y como se recordó durante el II Congreso Nacional de Usuarios de Internet e Infovía. “Por la vía judicial se pude bloquear el dominio transgresor porque sería fácil demostrar mala fe por parte de una empresa que acapara dominios y no los usa”, explica Ribas.
De hecho, NSI ha establecido recientemente unas nuevas reglas para resolver controversias entre titulares de marcas y de dominios. Si el propietario de una marca pide que se bloquee el uso de un dominio, NSI da un plazo de 90 días para presentar un derecho al uso de ese nombre. El problema surge cuando una marca tiene diferentes titulares en cada país o incluso diferentes usos, como ocurre con Lotus, que es marca de coches, relojes e, incluso, software.
Un caso similar se va a plantear en España cuando la empresa siderúrgica pública CSI se de cuenta de que el domino csi.es ya está en manos de Connect System Internet. La misma confusión se produce cuando el dueño del dominio ha tenido el detalle de registrarlo como marca en Túnez, el país más rápido y barato a la hora de inscribir nombres. “No se puede hacer nada si la empresa que tiene la matrícula tiene también legalmente esa marca registrada”, reconoce Ribas.
Aún más complicado es el caso de las marcas similares, como micros0ft.com (con 0 en vez de o) o m1crosoft.com. Bill Gates ha llevado ante los tribunales a los propietarios de ambos dominios. El proveedor de servicios español Servicom, por si acaso, ha registrado tanto servicom.com como servicon.com. De hecho, hay un servicio en Internet que permite introducir una palabra para obtener todas las posibles combinaciones de la misma y, posteriormente, registrarlas.
MC DONALD’S VEGETARIANO
A lo largo de la historia del registro .com se han producido numerosos casos de conflictos entre marcas y dominios. En muchas ocasiones, una empresa ha registrado a su competidor, como la telefónica Sprint cuando tomó el dominio mci.com. En otros casos, un periodista ha registrado nombres de empresas conocidas para denunciar la situación de alegalidad que se vive en el ciberespacio. Así, un periodista de Wired matriculó mcdonalds.com y, después de amenazar con la creación de una web vegetariana, lo devolvió a cambio de que la firma de comida rápida donara unos ordenadores a una entidad de caridad.
En ocasiones, el conflicto ha llegado a los tribunales, como cuando Avon denunció al titular de avon.com y ganó el juicio por “violación del derecho de marca y competencia desleal”. Sin embargo, la gran mayoría de los casos se han resuelto amistosamente con la mediación de un acuerdo económico. Es el caso de la cadena de televisión MTV, que entregó una suma de dinero desconocida a un antiguo video jockey a cambio del dominio mtv.com. La Iglesia de la Cienciología hizo lo propio para conseguir el dominio dianetics.com.
Este tipo de conflictos no son una excepción en España. Aunque las reglas son muy rigurosas, no pueden evitar que dos empresas o asociaciones tengan el mismo nombre y deseen el mismo dominio, como ha sucedido con leonet.es. En el caso español, los proveedores de servicios denuncian también que algunas empresas se han apropiado de dominios que violan claramente la normativa de EsNic. Se citan los casos de palabras genéricas, como valles.es, perteneciente a una asesoría catalana; natural.es, en manos del proveedor Natural Telecom; iniciativa.es, que se corresponde con el partido catalán Iniciativa per Catalunya; o puertos.es, registrado por el departamento de Clima Marítimo del ente público Puertos del Estado.
La Zona de Actividades Logísticas (ZAL) de Barcelona se ha hecho con el dominio zal.es ante la sorpresa de otras ZAL españolas. Algunos han recurrido a nombres en idiomas diferentes del castellano para registrar términos genéricos como stockresearch.es o surf.es. Más evidente es aún el caso del Banco de Santander, que tiene en sus manos dos dominios (bsantander.es y b-santander.es) cuando las normas prohíben que haya más de uno.
La prohibición de registrar nombres geográficos ya ha sido violada en el caso de la Universidad de Deusto, que tiene el dominio deusto.es. El colmo de las protestas de los usuarios del servicio de EsNic se produjo cuando Telefónica lanzó su campaña publicitaria de privatización con el dominio acciones.es. Según Miguel Angel Sanz, se trató de una “metedura de pata” de Telefónica que se resolvió poniendo durante cuatro semanas un link a la página que verdaderamente informa de la venta de acciones. “Hasta ahora este mecanismo sólo ha sido aplicado en contadas ocasiones y siempre que se ha dado un error de buena fe imposible de subsanar”, añade Sanz. Sin embargo, los proveedores de servicios replican que ni ellos mismos conocían la existencia de ese procedimiento antes de que se produjera este caso.
SOLUCIONES
La solución del caos no es clara. Un comité internacional, el International Ad Hoc Committee, formado por las principales entidades relacionadas con Internet y con la propiedad intelectual y de marcas, ha estado estudiando el tema durante varios meses y ha llegado recientemente a unas conclusiones. El IAHC pretende crear antes de junio de este año siete nuevos dominios internacionales para comercios (.store), servicios de información (.info), empresas (.firm), organizaciones culturales (.arts), firmas de entretenimiento (.rec), nombres personales (.nom) y entidades relacionadas con la red (.web).
Asimismo, el comité ha propuesto la creación este mismo año de un dominio para marcas a nivel mundial (.tm.int) y otros en cada país (por ejemplo, .tm.es). El objetivo del IAHC es seguir creando nuevas direcciones en años venideros con el fin de acabar con el comercio de dominios. El comité eliminará también el monopolio actual de la Internic con la creación de 28 nuevos registros, que se sortearán dentro de dos meses entre las empresas interesadas. Aunque a primera vista, poseer uno de estos registros pueda parecer un negocio multimillonario, los malos resultados económicos de NSI, que sólo ha podido cobrar el 51% de las direcciones registradas durante el último trimestre de 1996, indican lo contrario. El problema radica en que el que no paga puede seguir usando la dirección durante 60 días sin que NSI pueda cortársela.
Sin dejar de plantearse la posibilidad de crear cobradores del frac virtuales, el IAHC ha propuesto también una serie de soluciones para los conflictos entre dominios y marcas. Por una parte, el titular de un dominio tendrá la posibilidad de exponerlo en público durante 60 días, como ya sucede con las marcas, para que quien no esté de acuerdo reclame antes de que sea demasiado tarde. Por otra, se establecen sistemas de arbitrio y mediación online en base a las reglas de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y se crean unos paneles de resolución administrativa de las disputas. También se prevé publicar de forma inmediata todos los dominios en la World Wide Web.
Las reacciones ante esta propuesta no se han hecho esperar. Alternic, un registro alternativo que había creado sus propios dominios para las empresas (.biz), el turismo (.tour) o el sexo (.xxx), entiende que la creación oficial de nuevos dominios va a fragmentar Internet ya que muchos ordenadores serán incapaces de identificar a las nuevas matrículas. Alternic, cuya existencia depende de los que los proveedores de acceso realicen una pequeña modificación en la caché de sus servidores, ha amenazado con promover la insumisión ante los nuevos dominios.
Otra protesta ha venido de la mano de la Coalición de los Derechos de los Dominios, un grupo de presión de los ciberpropietarios que critica que se creen registros para marcas y que no se establezcan matrículas de tipo cultural como .lib par las bibliotecas. “Internet es como una ciudad que va creando sus propias normas a medida que se incrementan el tráfico y la población. Es necesario crear espacios públicos y privados, áreas residenciales e industriales, zonas comerciales… Si sólo se separan zonas para marcas, se creará una ciudad fantasma”, explican en su site.
Lo que está claro es que, si el IAHC establece nuevas normas para los dominios a nivel internacional, se habrá institucionalizado un nuevo gobierno de Internet y se habrá abierto la veda para la creación de mastodontes comerciales al estilo de los Hong Kong o Nueva York del mundo real.
LOS GRANDES ACAPARADORES
La carrera desenfrenada por registrar todos los nombres .com con algún interés comercial es uno de los capítulos más apasionantes de la transformación de Internet en una red donde imperan los intereses empresariales. Los dominios de marcas y compañías españolas se combinan con los de las principales ciudades, comunidades y hasta cadenas montañosas. En medio de todo este follón no faltan los errores de bulto, como los dominios transmediterranea.com (en realidad la empresa naviera se llama Trasmediterranea), iberduero.com (el nombre de la eléctrica española es Iberdrola desde hace más de cuatro años), expancion.com (los suecos sesearon y confundieron la c con la s), azcoyen.com (el artista olvidó que las máquinas de tabaco llevan la k con que los vascohablantes denominan a la localidad navarra de Peralta) o catalunia.com (la y se latinizó de repente):
-La firma suiza de alimentación Kraft (http://www.kraft.com) ha registrado más de 130 dominios. La mayor parte de ellos corresponden a diversas marcas propias, pero también hay algunos como tropicalpassion.com, marcas.com o goodfoodideas.com (buenas ideas para comer).
-La empresa aragonesa Hipocom (http://www.hipocom.es) tiene los dominios de unas 20 localidades españolas.
-La empresa suiza Victory Interactive Media (http://www.victory.ch) tiene manía por la pintura ya que ha registrado los dominios pablopicasso.com y thyssen-bornemisza.com. Tampoco se ha olvidado del deporte: realmadrid.com, ayrtonsenna.com o steffi-graf.com.
-La compañía asturiana Laser Internet Center (http://www.las.es), que se dedica a crear webs para entidades como el Ayuntamiento de Oviedo, ha puesto sus ojos en Euskadi y ha registrado euskal.net, que se corresponde con el nombre exacto de la empresa pública que construye la red de telecomunicaciones vasca, y eurotools.com.
-Procter & Gamble, una multinacional de productos de limpieza y estética, tiene en sus manos un repertorio de casi 120 dominios, entre los que destacan diarrhea.com, hair-care.com (cuidado del pelo), freshness.com (frescura), romantic.com, underarm.com (sobaco), sensual.com, toiletpaper.com (papel higiénico), disinfect.com, hygiene.com, badbreath.com (mal aliento), clean.com (limpio), beautiful.com (bonito) o toothpaste.com (pasta de dientes).
-La empresa española Unidad Editorial, editora del diario El Mundo (http://www.el-mundo.es) ha registrado todos los nombres de sus publicaciones y el de un periódico competidor: el-pais.com. La página se ha mantenido durante un mes con un mirror a las páginas españolas de El País (http://www.elpais.es), pese a que en un principio sus dueños se plantearon meter otros contenidos más “belicosos”. Al final, en lo que ha supuesto un auténtico intermedio dentro de la guerra dialéctica de la televisión por satélite, Unidad Editorial ha entregado el dominio el-pais.com a Prisa a cambio de una cena por valor de 100 dólares, el precio del registro ante Internic. Un caso semejante se va a plantear entre dos diarios del Grupo Correo, El Correo (http://www.diario-elcorreo.es) de Bilbao y El Diario Vasco (http://diario-vasco.com) de San Sebastián. El segundo ha registrado el dominio el-correo.com en un intento de demostrar la superioridad guipuzcoana sobre la vizcaína.
-La empresa suiza Bureau d’Esprit se ha hecho con los dominios de varias empresas españolas (campsa.com, acerinox.com, ebro.com o bancoexterior.com) y con los de varias entidades internacionales (caritas.org, mercosur.org, nato.org). Esta empresa, que en realidad tiene su sede en un paraíso fiscal del Caribe, ha registrado también la dirección del premier británico (downingstreet.com), la del diario francés Le Monde (lemonde.com) y el lúcubre dominio cybercemetery.com.
-Las palabras con connotaciones sexuales venden bien en Internet o al menos eso creen los titulares norteamericanos de cojones.com, de clitoris.com o de joder.com. Un californiano se ha hecho también con los dominos teta.com, culo.com o putas.com, mientras que un habitante del frío estado de Oregón tiene el éxito asegurado con sexo.com. Por si acaso todo falla, este último ha registrado también psicologo.com.
-La compañía catalana Spiderzone (http://www.spiderzone.com) se ha dirigido directamente al mundo empresarial y ha registrado, entre otros, los dominios teletienda.com, telepizza.com, derbi.com, renfe.com, latiendaencasa.com, movistar.com, trinaranjus.com, bancocentralhispano.com o airtel.com. Ni siquiera el Opus se ha librado de caer en la tela que ha tejido esta araña, que se hizo con el dominio opusdei.com pensando quizás en alguno de esos tesoros ocultos del Vaticano (http://www.vaticano.va).
-El guipuzcoano Jon Elósegui, además de crear un completo directorio de webs vascos (http://www.pais-vasco.com), ha registrado los dominios de dos capitales vascas (bilbao.com y san-sebastian.com) y de los diarios Egin y Deia. El diario radical, que denunció públicamente un intento de “extorsión” con el dominio egin.com, tuvo que recurrir a Sendanet (http://www.sendanet.es) para encontrar una fórmula con la que evitar la “incómoda” .es española. Al final, los técnicos de Sendanet registraron egin.org.
-Sigma Internet Services (http://www.sigmais.com) de Nueva Jersey tiene los dominios aznar.com y tapairportugal.com.
-El canadiense Jerry Sumpton ha creado empresas con el nombre de varias localidades españolas, como Zamora E-Mail Service, Burgos E-Mail Service o Lugo E-Mail Service, para darles la titularidad de los dominios zamora.com, burgos.com o lugo.com.
-La Iglesia de la Cienciología (http://www.scientology.com) tiene más de 130 dominios relacionados con la moralidad o la pureza espiritual. Hay uno que desentona: celebrity.com
-Dos empresas con sede en Hong Kong, Relox Investment y Conwise Engineering, tienen registrados 139 y 55 dominios respectivamente. La primera se ha fijado en los españoles cortefiel.com y retevision.com y la segunda tiene en su repertorio a los principales bancos europeos, entre ellos bankinter.com y el vasco bankoa.com. Otra empresa de Hong Kong, AC Workshop, tiene los dominios central-hispano.com, iberdrola.com o tabacalera.com.
-A Adrian Lucas le gustan la bebida (granreserva.com, rioja.com y cava.com) y el arte (artfutura.com y reinasofia.com).
-El maño Félix Baltanas tiene un animal de compañía (cyberperro.com), su comida (telepienso.com) y un mensaje para transmitirle (tequiero.com).
-La empresa catalana Basarrate Traductores también tiene un gusto por el alcohol (penedes.com y jerez.com). Asimismo, su titular, de origen vasco, ha registrado la localidad donde residía el secuestrado Cosme Delclaux, Getxo, y ha creado una página para pedir su libertad y la de Ortega Lara (http://www.getxo.com/usuarios/aldapeta/bat.htm).