Cuando un empleado denuncia al gerente por acoso laboral: el caso Implika
|Implika, formalmente «Implica Proyectos de Futuro», es una exitosa empresa bilbaína que factura casi 20 millones de euros anuales ofreciendo cursos offline y online, pese a que solo tiene diez años de vida. Pero la firma de formación también tiene sus vergüenzas. Una de sus empleadas, agente comercial, denunció hace un par de años a la compañía, a su gerente y a su jefa de personal por acoso laboral y delito contra los derechos de los trabajadores. ¿Qué ocurrió?
Todos los acusados han sido finalmente absueltos, aunque como previamente habían llegado a un acuerdo con la denunciante, es difícil juzgar los hechos denunciados. Además, la empresa tampoco ha querido dar su versión de lo ocurrido, pese a que Gananzia se lo ha pedido reiteradamente tanto al gerente como a un portavoz.
La empleada había sido despedida tras solicitar una reducción de jornada a raíz de ser madre y, desde el primer momento, los jueces declararon el despido nulo. La denuncia penal fue más lenta pero se resolvió hace unos pocos meses y todo parece indicar que tenía cierta verosimilitud, lo que explicaría el acuerdo entre las partes para evitar una condena.
Puede ser un caso excepcional o algo más serio, que no debería arruinar la imagen de una empresa que ha venido creciendo a ritmos del 20% anual, que ya está presente en ocho ciudades y que da trabajo a casi 300 personas. Además de formar a 25.000 alumnos de la mano de iniciativas públicas de inserción laboral, ha impartido cursos online para otros 10.000. Pero el hecho de que sus responsables no quieran hablar con los medios al respecto huele muy mal.
Cada año pasan por sus aulas físicas o virtuales un total de 7.300 alumnos que pueden acceder a 125 titulaciones diferentes. La última iniciativa de la compañía fundada por Zigor Maritxalar y Omar Rodríguez es una escuela de negocios, Bilbao Business Training School (BBTS), en la que el cliente es generalmente una empresa que quiere mejorar la preparación de sus directivos.
Personalmente lo que mas me llama la atención de los acosos laborales, he conocido varios casos, es el absoluto descaro y poca verguenza por parte de gerente o dueños de la empresa, y participando tambien empleados de la empresa en el acoso. Igual ha sido casualidad, pero yo hasta que no he conocido de primera mano varios casos, pensaba que era algo mas disimulado, pero que va… con total descaro y ausencia de verguenza alguna.
Por cierto, por si algun afectado me lee, en el tema del acoso laboral, para luego presentar pruebas en caso de denuncia, lo mas efectivo es el reloj grabadora. El movil no es recomendable ya que primero te pueden ver manipular o que cuando empieza el lio se dan cuenta que algo tocas siempre en el móvil, y segundo que si te citan para una reunión podrían decirte que se quede el móvil fuera alegando cualquier disculpa.
En el caso del reloj grabador queda disimulado, no se sabe si es grabador, y además que no hay ley ni disculpa que ampare que en una reunión te dejes el reloj fuera, se pongan como se pongan.
Y por supuesto, en estos casos de acoso, siempre calma y tranquilidad, y eso si, relojito en muñeca y tranquilamente a grabar cada vez que alguien diga la mínima.
Estoy poniendo mi reseña contra Implika en todos los comentarios que veo por la red. No trata sobre acoso, trata sobre una estafa más de IMPLIKA
A finales de enero de 2021, acudí a la sede que Implika tiene en Valladolid. Les pregunté por cursos relacionados con Nutrición y Dietética, ya que tengo un negocio propio, un centro de estética avanzada, y antes de cambiarlo a centro médico-estético quería formarme para ser la propia nutricionista de mi centro. Me garantizaron que los 2 cursos que me ofrecían, aprovechando de paso una oferta, eran válidos para poder ejercer. Cómo no, me matriculé y comencé mi formación online, ideal para mí por mis horarios.
Meses después, cuál está siendo mi sorpresa cuando tras hablar con la Delegación de Sanidad de mi comunidad autónoma, me indican que únicamente puede ejercer un facultativo o graduado, por lo que la titulación que voy a obtener (un certificado de profesionalidad) no serviría, y es por lo que contacto acto seguido con Implika Valladolid y me derivan a Servicio al Cliente por correo electrónico. La persona que me atiende, en primer lugar por teléfono, parece interesada en ayudarme a poder aprovechar mis cuotas ya abonadas, más las que me quedan por venir. Las opciones que me da no me interesan. La última es que haga una Formación Profesional, que sí que está admitida para poder ejercer en mi propio centro. ¡Y dale! Que en Sanidad me han dicho que no, que SÓLAMENTE pueden ejercer facultativos o graduados.
Tras intercambiar varios correos electrónicos sin llegar a buen puerto, decido hablar con el Servicio al Cosumidor de mi región y con mi abogada. Vamos a presentar una Hoja de Reclamación, la cual sabemos que se van a pasar por el Arco del Triunfo, como habrán hecho con otras tantísimas más, pero es el primer paso que se tiene que dar.
Si hacen caso omiso o me siguen ofreciendo alternativas que no me interesen, ya estoy redactando la demanda, teniendo las de ganar según el «Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias», el cual os recomiendo que os leáis el resto de afectados.
Puesta a entrar en detalles, me dieron libros que se puede comprar cualquiera en una librería u online, me los dieron erróneos y cuando me dieron los correspondientes, veo que son ediciones del año de la castaña, más viejos que Matusalén, ¡anda que no ha cambiado la dietética en 4 décadas!; los test tienen respuestas incorrectas; el portal del alumno da muchos errores, lo cual hace que pierdas oportunidades de hacer tests, que si de por sí sólo dan 2 oportunidades, te pueden comer una por un fallo en su servidor…
Es mejor ir a un centro público que perder tiempo y dinero en centros formativos privados de esta calaña.