Sobre la caída de Bodaclick, la startup de los «niños bien»
|Si hace dos días hablábamos del exitazo de Milanuncios, una empresa creada de la nada sin apenas recursos, hoy toca hacerlo de todo lo contrario: Bodaclick. Se trata de una startup que ha contado con todo el dinero del mundo (nació con unos fondos de 670.000 euros y captó 10 millones en bolsa), invertido entre otras cosas en internacionalización y marketing de todo tipo, y con el apoyo de padrinos de renombre como Javier Vega de Seoane Azpilicueta (ex director general del INI, consejero de un sinfín de empresas y padre de uno de los dos fundadores), el ex ministro Josep Piqué o el actual director de Flickr Bernardo Hernández, pero que no ha podido consolidarse. Nunca ha superado su precio de salida a bolsa y ayer entró en concurso de acreedores.
Hay que advertir que esto se veía venir. Bodas.net, propiedad de Grupo Intercom y de Bonsai Capital, se los estaba comiendo en España (agradezco este dato a Jesús Monleón e Iñaki Arrola). Por otra parte, en el sector ya se sabía de sus dificultades para pagar a sus proveedores desde hace ya años (alguno de ellos incluso les denunció) y no dejaba de perder dinero ejercicio tras ejercicio. Su auditor, KPMG, ya les dijo que así no podían seguir y Bernardo Hernández abandonó el barco hace unos días.
¿Qué ha pasado? A mi juicio, es un caso claro de gasto excesivo para un mercado que no da para tanto. Sirva como referencia que el consejo de administración se asignó una remuneración anual de 254.338 en el primer año de funcionamiento de la startup tras su salia a Bolsa y la dirección se puso un sueldo conjunto de 167.883 euros que subirían hasta 252.000 para 2009.
Por si fuera poco, en Sotogrande, punto de reunión de la jet set más discreta, hay un velero circulando con la marca «Bodaclick», propiedad del otro socio fundador. Es posible eso sí que se lo haya pagado él mismo y que no se trate de un patrocinio de su empresa. En cualquier caso, sospecho que si Bodaclik no hubiera salido al Mercado Alternativo Bursátil, hoy las cosas le irían mejor.
En Euskadi tenemos unos cuantos casos de startups de niños bien también
Pues sí que tenemos, sólo hay que ver las redes de emprendedores y a quién apoyan los «inversores»
Menuda panda de pijos explotadores. Vivieron por encima de sus posibilidades muchos años, ganando dinero a costa de los ingresos de la empresa que solo revertían a sus bolsillos. En México tuvieron que salir por patas. Un escándalo máximo.