Si vas a crear una startup, no se te ocurra vender en una España corrupta

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1963 Spanish peseta coin with the image of Franco saying: Francisco Franco, Leader of Spain, by the grace of God (Photo credit: Wikipedia)

Es evidente que España es un país muy corrupto. De eso ya se ha hablado bastante estos días, en la medida en que genera injusticias sociales. Lo que no se suele mencionar tanto es lo perniciosa que la corrupción es para las startups y para los emprendedores que las crean. Si las grandes compañías de los principales sectores controlan la contratación pública a través de los fondos que aportan a los partidos, evidentemente queda poco sitio para el que quiere empezar de cero.


Y así es. La economía española está construida sobre un entramado de intereses y de interesados que mantiene en la cúspide empresarial a los mismos nombres desde hace decenas de años. Sin ir más lejos, el marqués de Villar Mir, uno de los más generosos de los papeles de Bárcenas, empezó en política con Franco y ahí sigue, pelotazo tras pelotazo. En esas circunstancias, es muy difícil emprender en España, cuando menos si se quiere depender del mercado nacional.

 

Por eso los empresarios que triunfan de verdad son los que pasan olímpicamente del sector público y se lanzan rápidamente al mundo. Es el caso de Amancio Ortega o de Martín Varsavsky. Una startup que está empezando debe seguir esa misma receta: alejarse de la contratación pública, que está vetada, y orientarse desde el principio a los mercados internacionales. A no ser, claro está, que la monte el hijo de un político o de un empresario de esos que alimentan a los corruptos.

 

Si se quiere promover de verdad el emprendizaje en España, es fundamental eliminar las barreras que suponen la corrupción y los amiguismos. Las startups deben tener las mismas oportunidades de acceder a contratos con la Administración, puesto que no hay que olvidar que las instituciones son el principal motor económico del país. Soy optimista y creo que la corrupción va a ir a menos con los años, pero es fundamental aprovechar ocasiones como la que vivimos estos días para forzar mejoras en el sistema.

 

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