Niels Reichardt (Asparia Glycomics): «De la mano de los servicios de bioingeniería, hemos conseguido ser rentables»

Niels Reichardt (Constanz, Alemania, 1971) es químico y, tras un periodo en Sevilla, terminó asentándose en Donostia para trabajar en el centro de investigación CIC Biomagune. Desde ahí ha participado en la creación de dos startups: MD Renal, que fue comprada por OWL Genomics; y Asparia Glycomics, que él lidera actualmente y que ha conseguido hacer rentable de la mano de los servicios de bioingeniería.

Esto es lo más interesante que nos contó en la entrevista que le hicimos:

  • Asparia Glycomics se iba a dedicar en un principio a hacer kits de analítica para la industria biofarmacéutica, que necesita asegurarse constantemente de que la eficacia de sus productos no se ha modificado. Pero la empresa ha tenido que evolucionar su modelo de negocio para adaptarse a la tozuda realidad. «El mundo de las grandes empresas biofarmacéuticas es hiperconservador y la sofisticación de nuestro producto exigía muchos cambios para ellos. Así que se interesaron pero no terminaron de firmar encargos. Llegamos a hablar con un fondo suizo para poder alargar el periodo de comercialización pero no fraguó y, una vez terminadas las subvenciones, tuvimos que reducir la escala del proyecto y reconfigurarlo», explicó.
  • Uno de los cambios a realizar supuso que Reichardt asumiera la responsabilidad de la dirección general. La mayor parte de los trabajadores se estaban marchando a Viralgen y era necesario contar con alguien de la casa. «No había dinero para reclutar un CEO, así que me hice cargo de la empresa. Era un salto a la piscina para alguien sin formación empresarial pero no había opción. Lo que he hecho es centrarme en centros de investigación y laboratorios y abrir una nueva línea de negocio en torno a los servicios de bioingeniería, donde apenas tenemos competencia. Es poco escalable y de crecimiento lento pero es rentable. Nuestro cliente tipo es una empresa de terapia génica, un grupo de investigación o un hospital, que nos subcontrata para alguno de los retos que se encuentran. Nos conocen por anuncios en Google o por algún mailing que hemos hecho», explicó.
  • Pese a esta evolución, Reichardt todavía sueña con poder aplicar la patente con la que nació la empresa para medir el glicoma, que a su vez permite saber cuál es el nivel de carbohidratos de una célula. Al mismo tiempo, sigue atento a nuevas oportunidades de negocio desde CIC Biomagune. «El glicoanálisis sigue siendo un buen reclamo para la compañía. Es un producto premium que atrae. En lo que a la creación de startups se refiere, nos enfrentamos a un reto básico y es que motivar a un científico para que se convierta en emprendededor es muy difícil en nuestro ámbito. En los países anglosajones es otra historia porque un investigador reconocido se da por hecho que tiene que tener una empresa. En nuestro ámbito nos falta más visión industrial entre los científicos. Los problemas vienen del mundo real y la química los trata de resolver. No al revés. Además, si queremos más empresas, necesitamos escuchar más al investigador y se está haciendo al revés, desde arriba. También observo que se intenta mantener los proyectos vivos eternamente porque el fracaso no está bien visto», explicó.
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