Negocios de éxito: vender online cuchillas de afeitar y colchones

Es indudable que el comercio electrónico está revolucionando todos los sectores de la economía. Y si alguien todavía no se lo cree no tiene más que analizar estos dos casos: Casper y Dollar Shave Club. Se trata de dos tiendas online norteamericanas que venden productos tan poco digitales como los colchones y las cuchillas de afeitar y que tienen valoraciones que superan en ambos casos los 550 millones de dólares.

Casper nació en 2014 y en apenas 14 meses ha conseguido demostrar que, con una buena estrategia de marketing, por Internet se puede comercializar cualquier cosa. Sus colchones de diseño se insertan en una caja y después se expanden fácilmente con lo que no tienen grandes necesidades de transporte.

Se pueden probar gratis durante 100 días y tienen una garantía de 10 años. Por si fuera poco, en San Francisco se entregan de un día para otro. Entre sus inversores destacan Leonardo DiCaprio y Tobey Maguire, además de varios fondos de inversión.

Dollar Shave Club tiene algunos años más pero un concepto no menos original. Vende las cuchillas de afeitar de un dólar más como un servicio de suscripción (la sustitución periódica sin tener que pensar en ello) que como un producto. Y es capaz de competir con gigantes como Gillette.

Su gran acierto fue algo tan simple como un vídeo en el que el CEO, Michael Dubin, explica su propuesta de valor de una manera muy contundente y con tanto arte que consiguió convertirlo en uno de los anuncios más virales de la historia de Youtube.

El eslogan «nuestras cuchillas son cojonudas» («fucking great» en inglés) es reconocido por casi cualquier americano. Quizás por ello, Dollar Shave Club ha extendido su concepto a otros productos como papel higiénico para hombres, gel para pelo o crema de afeitar. En todos los casos se envían mensualmente.

(Actualización 7.07.15) Otra startup de las mismas características es Harry’s, que también vende cuchillas de afeitar como suscripción, en este caso de fabricación propia en Alemania. Su valoración alcanza ya los 750 millones de dólares.