Productos-servicio (o el comercio de suscripción)
|Cada vez son más los servicios que se venden como producto y viceversa. No me refiero solo al software en la nube sino también al comercio electrónico. Ya no es raro encontrar webs que venden la entrega de la compra o de comida preparada de forma estable a lo largo del tiempo. O incluso las que ofrecen ropa de manera periódica como una especie de abono. Lo llaman s-commerce (comercio-servicio) y también subscription economy.
Veamos algunos casos:
– Regalos. Realmente casi todo se puede resumir aquí, pero hay tiendas montadas específicamente para vender regalos que se entregan de forma periódica. Es el caso de Quarterly.co, de BeachMint y del curiosísimo BlackBox, diseñado específicamente para ricos.
– Calcetines. Dino & Dino y Blacksocks te sustituyen esta prenda en periodos prefijados enviándote los nuevos calcetines a casa. Los calcetines son, por cierto, uno de los productos que mejor se están vendiendo a través de Internet.
– Zapatos. JustFab o de Beachmint aplican al calzado el mismo método de ofrecer a sus socios productos con diseños originales que cambian cada mes. Por una módica cuota de 40 dólares se recibe un objeto distinto cada 30 días.
– Cepillos de dientes. ToothBrushExpress te envía un nuevo cepillo cada cierto número de meses. Este servicio me parece especialmente interesante porque, yo al menos, siempre me olvido de cambiar de cepillo con la frecuencia que recomiendan los dentistas (4 veces al año). Hay muchos competidores. Por ejemplo, Preserve .
– Condones. Este tipo de servicio está teniendo cierto éxito en EE.UU., aunque también hay quien lo critica. Entre los que ofrecen el envío de condones de forma periódica destacan Lucky Bloke o DollarRubberClub. En este caso, el argumento comercial es que el cliente se evita compras que le pueden dar cierto pudor. Y para preparar el terreno, hay un servicio de suscripción de juguetes eróticos (cada mes uno distinto).
– Tampones. Dicen que es el producto estrella para su suministro de forma periódica. Lo ofrecen por el momento Le Parcel por 15 dólares al mes.
– Productos para bebés (biberones, dodotis…). En este ámbito hay ya varios actores, pero el más interesante es sin duda Target, una cadena de grandes almacenes de EE.UU.
– Cuchillas de afeitar. En concreto, lo ofrece Dollar Shave Club por entre 1 y 9 dólares (según la calidad de la cuchilla) al mes.
– Productos de maquillaje y belleza en general. Firmas como Birchbox, la francesa JolieBox (recién comprada por BirchBox) o la alemana Glossybox ofrecen un kit mensual de artículos de cosmética y belleza por una suscripción mensual de unos 10 euros. Muchos de los productos son simples muestras, con lo que el negocio es evidente. Birchbox asegura tener más de 100.000 clientes.
– Vitaminas, sector en el que ha entrado la firma canadiense Koge, vinculada a los propietarios de Herbal Magic (productos para adelgazar). Como derivada, en EE.UU. ya se ha creado Cannabox para distribuir productos ligados al cannabis entre enfermos que pueden consumir esta droga.
– Ropa interior. La firma norteamericana Me Undies te envía unos calzoncillos distintos cada mes por una cuota de 16 dólares mensuales (26 si se trata de marcas como Calvin Klein), aunque existe la opción de suspender temporalmente la suscripción.
– Ropa en general. Los tíos somos muy vagos para comprar ropa, así que los creadores de Bombfell se encargan de mandarte cada mes una nueva pieza de ropa (sean pantalones, calzado o camisa) para ir siempre a la última. Todo por 69 dólares al mes.
– Comida. Esta vez es Walmart, el Carrefour norteamericano, el que ha lanzado un servicio de suscripción a comida bajo el nombre de Goodies.co. Los clientes pagan 7 dólares al mes para recibir una caja con media docena de productos de gourmet de prueba que por tanto cuestan menos. Compite con Love with Food, con Sprigbox y con Pop-Up Pantry. Otra empresa que opera en este campo es la española Mumumio, que ofrece suscripciones de cervezas y quesos, fundamentalmente como regalo. Un modelo ligeramente distinto es el de la firma alemana HelloFresh, que se encarga de remitir una receta semanalmente junto a los productos necesarios para hacerla realidad. Tiene una réplica en Barcelona que se llama EasyDinner. Blue Apron ofrece esto mismo pero centrado en productos saludables. Otro caso peculiar es NatureBox, que reparte snacks saludables a domicilio una vez al mes.
– Vino. Este modelo hace tiempo que funciona a través de clubes ligados a algunas bodegas como Vega Sicilia. En Internet Lot18 cobra 99 dólares por recibir seis botellas al mes.
– En productos financieros, destacan los seguros de Mapfre y Axa que solo cuestan si se usan. Es decir, que su precio depende de lo que se conduzca el coche.
Curioso, la mayor parte de los ejemplos me parecen una tontería, pero me resulta interesante el concepto de producto/servicio. Tiene recorrido…
y tanto que tiene recorrido…
Se está pensando «repensar» todos los conceptos del marketing (que nacieron de la venta de productos) para crear desde cero el marketing de servicios
http://www.springerlink.com/content/n1r06pg5l66w7441/fulltext.pdf