Marta Maneja (Gloop): «Nos motiva tanto emprender como conseguir impacto social»

Marta Maneja (Manlleu, 1999) estudió Leinn porque le llamó la atención que hubiera un grado para «gente que quiere aprender haciendo». Ella ya había emprendido y quería seguir haciéndolo. Con Gloop ha conseguido, además, hacerlo en un ámbito en el que, si triunfa, conseguirá también impacto social.


Esta es su historia:

  • Maneja montó un escape room en su ciudad cuando solo tenía 17 años, un trabajo que le permitió pagarse la carrera y dar los primeros pasos en el mundo del emprendimiento. Ya en Leinn puso en marcha una plataforma online de escape rooms, una iniciativa que tuvo mucho éxito durante la pandemia. «Empresas como Asics o Carglass nos contrataron para hacer team building con sus trabajadores. Hay que tener en cuenta que de repente no tenían actividades al margen de las videollamadas y nuestra propuesta les encajaba a la perfección. Nuestra plataforma permitía conectarse a 500 personas a la vez y dividirlas por equipos. Los clientes querían aprovecharla para hacer formación gamificada», explicó.
  • Tras esta primera iniciativa emprendedora, Maneja quiso buscar una actividad que tuviera además impacto social. La idea surge en su último año de Leinn durante un viaje a la India. «Descubrimos allí a un emprendedor que tenía inquietudes similares a las nuestras, que quería mejorar la sostenibilidad del planeta reduciendo la cantidad de plástico que se desecha. Conformamos un equipo de tres personas y nos pusimos en marcha. Hemos creado Gloop, una marca de cubertería comestible que permite sustituir las tenedores, cucharas o pajitas que se utilizan para la comida preparada, helados y similares. El material con el que se elaboran es una especie de galleta que se puede engullir tras su uso», explicó.
  • Los productos de Gloop están especialmente indicados para empresas de horeca como restaurantes, heladerías o cafeterías. La startup ha empezado con unas cucharillas que ha conseguido colocar en varias cadenas de heladerías. «Hemos tenido que investigar mucho y apoyarnos en centros tecnológicos que nos han hecho prototipos en los que lo más complejo suele ser conseguir un nivel de dureza suficiente. Ahora tenemos internamente una tecnóloga de alimentos que nos permite ir más rápido. Empezamos a vender desde el primer momento y facturamos desde 2022. Este año esperamos ingresar 100.000 euros y hemos conseguido captar una ronda de más de medio millón de euros de Enisa, el fondo Decelera y varios business angels. Seguimos desarrollando producto a la par que vendiendo. Ya tenemos dos comerciales», explicó.

Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *