Las preguntas que suelo hacer en las entrevistas de trabajo

Me encanta entrevistar. Y a lo largo de los años habré visto a más de 1.000 candidatos, uno a uno, por no hablar de los curriculums que he tenido que examinar para filtrar cuáles se merecían una cita personal. Y creo que he ido desarrollando cierta técnica que me permite identificar cuándo alguien merece la pena y no se está haciendo pasar por quien no es.

Hago preguntas para averiguar sus conocimientos técnicos, pero sobre todo para conocer su interés y disposición. Por el sector en el que me muevo tengo que contratar relativamente a ciegas, puesto que prácticamente nadie tiene experiencia. Así que son más importantes las actitudes que los conocimientos.

Y estas son algunas de las preguntas que suelo hacer:
– «Si no te gusta un proyecto que te proponen, ¿cómo reaccionas?» Sorprendentemente, una gran mayoría responde con cierta sumisión. Y lo cierto es que yo prefiero a quien está siempre dispuesto a expresar lo que piensa y a discrepar abiertamente. Evidentemente, con educación y respeto. Eso sí, aquí no conviene mostrarse como un rebelde permanente sino uno ocasional, que lo hace cuando profesionalmente cree que es lo correcto.

– «¿Cómo te ves dentro de 5 años?» En esta pregunta caen muchos recién licenciados, que solo saben decir algo así como «trabajando y cobrando bien». Lo que busco es gente ambiciosa, que se vea progresando en responsabilidades y no solo económicamente. También vale aquí sacar una vena emprendedora.

– «Cuéntame tres éxitos que hayas tenido en tu trabajo o estudios y tres fracasos». Esta pregunta puede ser de simple trámite y curiosamente lo más interesante está en la segunda parte. El que no sabe reconocer errores, tiene muchos puntos negativos. Primero porque no es sincero y segundo porque no es exigente ni valiente, dos valores muy importantes en cualquier trabajo. Esta pregunta hay que preparársela, por cierto. La clave está en contar uno del que se haya aprendido algo. Lo mismo es aplicable a la famosa pregunta de «las virtudes y los defectos» que yo prefiero sustituir por un «dime una razón por la que alguien no querría trabajar contigo». Esta no vale para los noveles pero sí dice mucho con los ya experimentados.

– «¿Cómo debería ser la empresa en la que te gustaría trabajar?» A través de su respuesta podemos identificar si sus expectativas y cultura se amoldan a las de nuestra commpañía. Es habitual aquí encontrarse con reivindicaciones sindicales y con pocas cuestiones sobre las tareas en sí mismas, que es lo que realmente debería preocupar a un candidato joven dispuesto a comerse el mundo.

– «¿Y qué le ofreces a cambio a la empresa?» Es una pregunta que completa a la anterior y que con los jóvenes suele tener una misma respuesta prácticamente siempre: «mi tiempo y dedicación». Lo ideal sería que aquí el candidato expusiera lo interesado que está en el puesto concreto que se le ofrece y que nos sorprenda con alguna afirmación inteligente sobre lo que ha visto en la web y lo capaz que se siente de aportar valor en ese ámbito.

– «¿Por qué ya no trabajas en tal sitio?» Las preguntas sobre el pasado generalmente van dirigidas a conocer el nivel de negatividad de una persona. Si solo habla mal, esa persona no es muy recomendable.

– «¿Cuál es tu definición de éxito?» Aquí busco una vez más respuestas que indiquen que la persona está realmente motivada por el trabajo y que no va a hablar solo del sueldo. Es una pregunta para trabajadores con experiencia que ya han pasado por otras empresas. Hay mucha gente que va de entrevista en entrevista sin tener un especial interés por el sector tecnológico, que tiene unas exigencias muy concretas.

– «Ahora me puedes preguntar lo que quieras». La mayor parte de las veces, se abre un silencio sepulcral o me preguntan por el horario de trabajo. Mal asunto. Lo que espero de alguien que voy a contratar es que muestra interés por las tareas concretas y no por el tiempo que tiene que pasar formalmente en la oficina. El que se ha mirado nuestra web antes de venir gana aquí muchos puntos.