Juan Basterra (Mikrobiomik): «Nuestra tecnología puede suponer un cambio de paradigma en el tratamiento de algunas enfermedades»
|Juan Basterra (Bilbao, 1960) estudió medicina en la Universidad del País Vasco y ha trabajado gran parte de su carrera profesional en Faes, la principal empresa farmacéutica de Euskadi. En 2015 empieza a asesorar a compañías de biotecnología y en 2018 crea Mikrobiomik, startup especializada en «transplante de microbioma humano», una tecnología que puede suponer un cambio de paradigma en el tratamiento de algunas enfermedades.
Esta es una de las entrevistas en las que, al acabar, estaba convencido de que invertir en esta startup sería una gran oportunidad. Esto es lo más interesante que me contó:
- Uno de los aspectos más interesantes de Mikrobiomik es su gestación. Basterra y otras siete personas mantenían reuniones quincenales en las que hablaban sobre todo de posibilidades de negocio. Dos de ellos se encontraron con la microbiota fecal en EE.UU. y, tras comentarlo con Basterra, empezaron a investigar sus posibilidades. «Vieron que podía suponer un cambio de paradigma en el tratamiento de algunas enfermedades y empezaron a analizar el primer banco público de heces de EE.UU. Se estaban haciendo ya algunas pruebas que demostraban que el transplante de microbiota fecal permitía recuperar el equilibrio bacteriano y, por tanto, mejorar su salud. Es aplicable a muchas enfermedades y es un concepto muy ecológico, una especie de repoblación», explicó.
- Durante el análisis del negocio, Basterra y sus socios se llegaron a plantear si les convenía crear un banco de heces o realizar tratamientos concretos. Decidieron finalmente tirar por esta última vía, ya que observaron que las pruebas realizadas a nivel internacional no cubrían enfermedades como la «recurrencia clostridium difficile», una infección intestinal de difícil cura para ciertos individuos. «Lo que teníamos que hacer era extraer los microorganismos de la microbiota fecal de un donante para meterlos en una cápsula que después se administra por vía oral. Hemos montado una planta de producción en BIC Bizkaia y en las pruebas estamos consiguiendo resultados muy positivos. Es disruptivo. Así que finalmente decidimos desarrollar medicamentos biológicos basados en microbiota intestinal. En esta fase visitamos varios hospitales para ver cómo estaba la tecnología y en uno de ellos, el madrileño Gregorio Marañón, llegamos incluso a firmar un contrato para hacer ensayos», explicó.
- El principal reto que ha tenido que asumir Basterra es de tipo administrativo. Al no haber ningún producto similar en todo el mundo, ha sido necesario dar muchísimas explicaciones a la Agencia del Medicamento y crear un grupo de expertos. El proceso se ha visto retrasado, además, por el covid-19. «Lo bueno es que les hemos convencido de que esto es un medicamento y no otra cosa. En cuanto nos llegue la aprobación, podremos empezar los ensayos médicos, en los que queremos implicar a 15 hospitales. Si tenemos éxito en esa fase, pediremos una nueva autorización para comercializar el producto. No lo haremos nosotros, ya que nuestra idea es firmar acuerdos con multinacionales que ya tienen redes de ventas. Nuestra idea es estar en el mercado en 2023», explicó.
- El trabajo de Basterra no se limita a la «recurrencia clostridium difficile». Mikrobiomik está haciendo ya ensayos con un cáncer que afecta al hígado graso y con una bacteria que daña al colon. Para financiar todo este trabajo, la empresa ha dado acceso a su capital a los fondos Orza y Seed Capital Bizkaia y ha solicitado todas las ayudas disponibles en el ecosistema. «Ahora vamos a tratar de captar 2,5 millones para los siguientes ensayos antes de llegar al mercado. Estamos en fase final de negociación con dos nuevos socios, todos ellos family offices. Lo primero que haremos es incorporar cuatro personas más. Tenemos que correr porque hay más startups en el mundo que están trabajando en esta línea y alguna de ellas ya ha sido incluso comprada por una multinacional», explicó.