Javier García (Viralgen): «Pronto tendremos un mínimo de 350 empleados»

Javier García Cogorro (Madrid, 1963) es probablemente, junto a Cristina Garmendia, la persona que más está haciendo para convertir a Donostia en uno de los principales polos de la industria biotecnológica. La empresa que dirige, Viralgen, fabrica vectores virales de uso en terapias génicas de la mano de 100 personas que próximamente serán 350.

En esta entrevista nos explicó el desarrollo y el futuro de este proyecto:

  • Aunque matemático de formación, García Cogorro lleva toda la vida trabajando en el sector médico. Primero en Eli Lilly, donde estuvo 25 años, y finalmente en la gestora de fondos Columbus VP, que cofundó con el biólogo Damià Tormo para invertir en startups de biotecnología. «Tenemos 120 millones, la mayor parte de ellos ya invertidos. El 50% en manufactura y el 50% en terapias. Nuestra diferencia con otros fondos es que no nos limitamos a poner dinero sino que también tocamos la actividad. Además, explicamos los proyectos a los socios antes de que aporten los fondos», explicó.
  • ¿Fue fácil dejar una multinacional? Reconoce que mucha gente no lo entendió, pero que él tenía un gusanillo emprendedor que le empujaba en esta dirección. «Antes de entrar en Eli Lilly, con 26 años, yo ya había montado una startup, que por cierto fue mal. Me motivaba emprender y sabía que había oportunidades en la ciencia», explicó.
  • Viralgen surge como una idea contracorriente en 2016, cuando se estaban empezando a utilizar las terapias génicas para curar enfermedades. «Entonces era solo una tendencia. Analizamos los datos y nos dimos cuenta de que, si se consolidaba, iba a hacer falta mayor capacidad de producción, por lo que decidimos apostar por construir una fábrica. Es cierto que existía un riesgo de que el mercado no fuera en esa dirección, pero sí que lo ha hecho y en mayor medida de lo que pensábamos inicialmente», explicó.
  • Su tecnología de fabricación de vectores virales, que se basa en la generación de virus en suspensión, había sido desarrollada por una farmacéutica norteamericana, Askbio, que no tuvo inconveniente en licenciarla a cambio del 50% del capital y una opción de compra permanente por el otro 50%. «Askbio se dedica a las terapias génicas y solo ha cedido esta tecnología a dos multinacionales, Pfizer y Takeda, que fabrican para uso propio. Nuestra fábrica es la primera que está abierta a cualquier cliente. Esta tecnología les permite multiplicar la rentabilidad de la producción en entre 10 y 15 veces», explicó.
  • ¿Por qué Donostia? García Cogorro reconoce haber hablado con las autoridades de varios puntos de España y haberse decantado finalmente por San Sebastián por el acceso a talento y la fuerte involucración pública. «Habíamos hecho ya una inversión en Pamplona en terapias génicas y estuvimos a punto de elegir la opción navarra», reconoció.
  • La construcción de la planta de Viralgen comenzó en 2017 y estuvo lista para producir en julio de 2019. «Los socios me pidieron dirigir el proyecto y ahí sigo. Ha sido muy emocionante empezar de cero con un laboratorio y cinco personas y crecer hasta más de 100. El crecimiento está siendo exponencial y los inversores están muy contentos», explicó.
  • Una vez puesta en marcha la planta y consolidado mundialmente el uso de las terapias génicas en biotecnología, el siguiente paso era vender. Para ello, Viralgen ha creado una estructura de desarrollo de negocio y venta en Estados Unidos liderada por personas con un perfil científico que visitan a las empresas para demostrarles la capacidad de la fábrica donostiarra. «Los posibles clientes nos plantean sus necesidades y luego trabajamos con ellos para demostrarles que podemos darles respuesta. Somos un B2B en el que cada producto es muy distinto, por lo que la relación con el cliente tiene que ser muy cercana», explicó.
  • Columbus ha decidido dar nuevos pasos para consolidar Viralgen. Uno de ellos va a ser la mejora de la materia prima, las células DNA, que todavía se siguen elaborando igual que hace 15 años. Con este fin, se está montando una nueva fábrica en Donostia que utilizará tecnologías más avanzadas y que estará controlada por Askbio y por la firma británica Touchlight. «Empezará a fabricar en agosto y Viralgen será un cliente suyo. Poco a poco estamos creando un ecosistema en San Sebastián», explicó.
  • Otro paso que va a dar Viralgen es la fabricación a escala industrial más allá de los ensayos clínicos, que es a lo que se dedica actualmente. Será esta planta la que produzca las vacunas contra el covid-19 de Harvard, en caso de que funcionen. «La primera piedra se puso en octubre 2019 y esperamos tener todo listo para 2021. Multiplicaremos nuestra capacidad de producción 15 ó 20 veces. Hay que tener en cuenta que Harvard nos ha pedido fabricar 100 millones de vacunas al año», explicó.
  • ¿Se venderá Viralgen o saldrá a bolsa? Todavía faltan al menos dos años para llegar a ese nivel de maduración, aunque la cosa va bien. «Los inversores tendrán que decidir si quieren seguir recibiendo dividiendos o hacer caja. Evidentemente, construir algo único hace que el valor suba», concluyó.

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