Iñigo Matesanz (Bibagu): «Empezamos como consultoría y evolucionamos hacia el software»

Iñigo Matesanz (Donostia, 1995) ideó con David Larrinaga, ambos compañeros de Leinn, una metodología para medir la experiencia de los empleados de una organización a título de consultores externos. El parón de la pandemia les llevó a convertirlo en una herramienta online, un SaaS denominado Bibagu, que acaban de sacar al mercado y que quieren seguir desarrollando para convertir en estándar en la materia.

Esta es su historia:

  • Larrinaga y Matesanz identificaron, durante sus estudios en Leinn, el bienestar de las personas en el lugar de trabajo como un reto por resolver a nivel mundial. Consultaron estudios y elaboraron un proyecto que después validaron con responsables de recursos humanos de diversas organizaciones. «Comprobamos entonces que el reto iba más lejos: fidelizar al personal y evitar su rotación. Desarrollamos entonces, junto con el centro tecnológico Ideko, una metodología para medir la satisfacción de cada empleado a través de cuestionarios. La pandemia nos paró pero también nos hizo evolucionar hacia el software. Decicimos replantearlo de forma más tecnológica, como un SaaS», explicó.
  • El proyecto ha estado apoyado por Fomento de San Sebastián y BIC Gipuzkoa, que además les pusieron en contacto con quien terminaría siendo el tercer socio, uno de los fundadores de Datik, startup adquirida por Irizar. «A finales de 2021 ya teníamos el equipo conformado y nos constituimos como empresa. Hemos estado desarrollando el producto, que es un software para medir la experiencia de los empleados de una organización, y ahora ya lo tenemos listo. Se basa en cinco preguntas diarias muy sencillitas. Lo que más nos interesa en este momento es captar clientes. Buscamos empresas de más de 30 empleados con perfiles más bien técnicos y les cobramos en función del número de usuarios que pueden acceder a la herramienta. Hacemos mucho contenido en Linkedin para que nos conozcan», explicó.
  • Tras desarrollar la herramienta y empezar a generar ingresos con sus primeros clientes, Bibagu ha entrado en la aceleradora valenciana Lanzadera. Su reto más inmediato es captar inversores para pegar un salto. «Hemos captado un préstamo de Elkargi de 50.000 euros y queremos cerrar una ronda de 200.000 euros para el verano. Nuestro objetivo es invertir en ventas y seguir desarrollando el producto para diferenciarlo de los competidores. Calculamos que tendremos que ver a 100 posibles inversores pre-seed que estén interesados en SaaS, B2B o HR Tech (tecnologías para recursos humanos). Con alguno ya estamos en la tercera reunión y Lanzadera nos ha ayudado mucho en el contacto inicial. Esta parte es la más manual que hay en toda actividad estartapera, porque acceder a inversores es un mundo en sí mismo. En cualquier caso, hemos detectado mucho interés en software HR Tech en este momento», explicó.

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