Inés Larrea (Cimico): «Cuando haces desarrollo de negocio, lo mismo da que sean pantalones que plantas depuradoras»

Inés Larrea, de Cimico

Inés Larrea (Donostia, 1989) es un excelente ejemplo del camino que deben seguir algunos emprendedores. Tuvo que introducirse en un sector completamente nuevo, el de las plantas depuradoras, y convertirse en jefe del inventor de la tecnología, que es su padre y que hasta entonces estaba acostumbrado a mandar él solo. Y reconoce que a la hora de gestionar y hacer desarrollo de negocio no hay mucha diferencia entre vender moda, lo que hacía antes, y plantas depuradoras, lo que ofrece ahora.

Esta es su historia:

  • Larrea estudió arquitectura y empezó a trabajar en el diseño de tiendas, una actividad que le llevó hasta el desarrollo de negocio de marcas textiles. Dentro de este mismo campo, en 2016 montó una startup para dar a conocer a diseñadores emergentes, aunque no funcionó. «Es mi padre, Luis Larrea, el que anima a implicarme en Cimico. El es un experto del tratamiento biológico de aguas residuales, tras una larga carrera como investigador, y tenía claro que había una oportunidad de negocio pero no sabía muy bien cómo hacerla realidad. Estaba prejubilado y le contrataban muchas consultoras para mejorar sus plantas depuradoras. El veía que muchas estaban sobredimensionadas y por eso no eran eficientes. Con simulaciones matemáticas se podían adaptar a la demanda real», explicó.
  • Cimico se basa en un par de inventos de Luis Larrea que aplican una tecnología novedosa para el tratamiento biológico de las aguas residuales y un sistema de simulación para acertar en su dimensionamiento. «Todo parte de lo que se conoce como lecho móvil, unos soportes que se colocan en el agua para que las bacterias crezcan y consuman el nitrógeno y fósforo contaminantes. La ventaja es que ocupan menos espacio que los sistemas anteriores. Con nuestra tecnología, que está patentada, competimos con seis empresas en todo el mundo. Luego está nuestro sistema de dimensionamiento de las plantas, basado en un simulador basado en modelos matemáticos propios que hemos protegido con secreto industrial. Lo hemos ido mejorando a lo largo de los años con estudios en plantas piloto y casos reales y garantiza el correcto diseño de la planta depuradora con una mejora del 20% en la eficiencia energética», explicó.
  • Los clientes de Cimico incluyen tanto a plantas depuradoras públicas como las que van asociadas a una actividad privada, generalmente de tipo industrial. La regulación se va endureciendo, lo que va ampliando la demanda de este tipo de sistemas, habitualmente de la mano de las ingenierías que se adjudican los proyectos. «Estamos muy contentos con la acogida que está teniendo Cimico. Mi padre tiene marca a nivel estatal y tiene un buen equipo por detrás. Ya somos 13 personas y estamos un poco agobiados por la cantidad de trabajo que nos llega. Yo me encargo del desarrollo del negocio y veo que no es tan distinto del que hacía cuando vendía pantalones. La relación familiar nos ha planteado alguna dificultad inicialmente porque él estaba acostumbrado a mandar y de repente era yo quien le daba órdenes. Tuvimos discusiones importantes. El siguiente reto es captar dinero para poder crecer y estamos cerrando una ronda de varios millones», explicó.

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