Iker Badiola (Nanokide): «Estamos desarrollando fármacos contra el cáncer»

Iker Badiola (Ondarroa, 1978) estudió biología y es catedrático de la UPV además de emprendedor. Ya va por su segnda startup. La primera fue Innoprot, gestada con otros tres socios, y ahora está detrás de Nanokide, que está desarrollando fármacos contra el cáncer.

Esta es su historia

  • Detrás de Nanokide hay una patente que actualmente es propiedad de la UPV pero en cuya gestación también participó un equipo de la Universidad de Santiago. La startup tiene una licencia exclusiva para explotarla por la que paga en función de resultados. «La patente es el resultado de casi cinco años de investigación con nanopartículas que se dirigen contra las células enfermas. La que tenemos protegida tiene como ventajas principales su menor toxicidad, facilidad de producción y flexibilidad a la hora de introducir el material genético que se dirige hacia las células», explicó.
  • A partir de esta patente se pueden desarrollar varios medicamentos, aunque Nanokide se ha centrado en los que combaten el cáncer. El primer prototipo se dirige, en concreto, contra la metástasis hepática producida por el cáncer de colon. «Este fármaco ya está desarrollado pero ahora falta hacer los ensayos pre-clínicos y otros estudios largos y costosos. Necesitamos 1,2 millones de euros para seguir adelante y estamos hablando con varios fondos especializados para cerrar una ronda. Les interesa especialmente que hemos sido seleccionados en un programa del Instituto Americano de Salud, un aval importante a nivel científico», explicó.
  • Una vez desarrollado este primer fármaco, Nanokide tiene previsto licenciarlo a compañías del sector para que lo vendan. Y se centrará en la investigación de nuevos tratamientos, de los cuales ya ha conceptualizado los dos primeros. «No queremos ser una empresa monoproducto. De hecho, la primera idea era licenciar directamente la patente, hasta que nos dimos cuenta de que se podía ir más allá y decidimos crear Nanokide. Hay más competidores con patentes propias, pero la nuestra tiene ciertas ventajas. Hay que recordar también que las vacunas contra el covid nacieron de empresas que estaban investigando tratamientos contra el cáncer y vieron que sus plataformas eran capaces de producir otras cosas», explicó.

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