Hay vida después de Fagor
|La noticia de la suspensión de pagos y casi seguro cierre de Fagor ha sacudido Euskadi. Casi lo compararía con lo que supondría en Bilbao el descenso del Athletic a Segunda División. Yo, sin embargo, soy profundamente optimista. Fundamentalmente, porque el cierre de una empresa que no tiene una sólida base económica supone una oportunidad de creación de nuevas compañías. Creo firmemente en la destrucción creativa de Schumpeter.
Y es que efectivamente, Fagor ha tenido cuatro años de vida extra:
– Tenía 2.000 trabajadores en España, los mismos que en Polonia, pese a que la diferencia salarial entre uno y otro país era escandalosa. Cualquier empresa bien gestionada habría decidido cerrar sus fábricas en un país para trasladar la producción a otro más barato. Y eso que un cooperativista es, a priori, más rentable en cuanto no hace falta pagarle el 35% de su sueldo que va a la Seguridad Social. Hay que recordar, además, que casi el 80% de la facturación provenía de fuera de España, incluyendo las famosas ollas del atentado de Boston.
– Tenía una deuda de 1.074 millones de euros, una cifra desorbitada. Bancos y cajas, proveedores, el propio Grupo Mondragón, los particulares que compraron aportaciones (150 millones) y hasta el Gobierno Vasco y las diputaciones (a través de Ekarpen) figuran entre los perjudicados. Va a ser difícil que recuperen nada.
– Había dejado de hacer marketing, algo que resulta fundamental si se quiere permanecer en un mercado tan marquista. La demanda caía por la crisis pero también porque Fagor iba perdiendo cuota frente a otros competidores.
– La mayor parte de los obreros vascos (y franceses) de Fagor se dedicaban a montar piezas, un trabajo de escaso valor añadido que se puede hacer en cualquier lugar del mundo. Había otros que sí estaban innovando (con importantes subvenciones, por cierto) en producto y es ésta la parte que lamentablemente se va a ver más afectada por el cierre del grupo completo. Una buena gestión habría llevado a separar esta parte en otra compañía que pudiera ser rentable con electrodomésticos innovadores.
– En el propio Grupo Mondragón había cierto malestar porque muchos trabajadores de Fagor seguían cobrando más que los de otras cooperativas. Eran los niños bonitos. Hasta el extremo de que la corporación ha decidido finalmente dejar de meter la mano en el bolsillo.
Pero lo importante es, como decía, pensar en las oportunidades que se abren a partir de ahora. Los trabajadores de Fagor que tenían verdadero know-how pueden plantearse comprar la marca y montar algo por su cuenta. Esto se ha hecho anteriormente con firmas tan «clásicas» como Orbegozo o Solac. La lección impartida por este «fracaso» también es muy terapéutica para todo el mundo:
– Los trabajadores de otras cooperativas (y sociedades limitadas) que no vayan bien se apretarán el cinturón y mostrarán mayor disposición para despedir a algunos compañeros con el fin de salvar la empresa que les da de comer. Muchos serán conscientes por primera vez de que la seguridad laboral es un bien cada día más escaso y verán su trabajo con otros ojos más responsables.
– Las administraciones se plantearán reformar la legislación de las sociedades cooperativas para facilitar los despidos de socios con el fin de salvar el barco. Espero también que piensen más en crear nuevas empresas y menos en sostener artificialmente a las que ya existen y tienen modelos caducos.
– Las entidades financieras públicas y privadas facilitarán el crédito a startups que tienen mucho más futuro que firmas consolidadas como Fagor. Estando la banca cerrada para todo el mundo, me parece una indecencia que BBVA y Kutxabank prestaran a principios de año varios millones de euros a esta cooperativa, pese a que todo el mundo sabía que tenía un elevado riesgo de insolvencia.
Fagor ha tenido su momento. Ahora se debe abrir una nueva etapa de emprendimiento, que perfectamente puede ser cooperativo, en nuevos sectores que satisfagan nuevas necesidades. Si todo el mundo tiene lavadoras y lavaplatos en casa, el futuro puede perfectamente pasar por diseñar los mejores aparatos electrónicos para el ocio. O por gestionar la mejor red de reparaciones. Hay mil cosas por inventar y por hacer. ¡Pongámonos a trabajar y dejémonos de milongas!
Precisamente esa buena gestión empresarial para deslocalizar es la que ha arruinado la empresa. Se han megaendeudado para quitar el trabajo a los cooperativistas y a la comarca, y trabajar con neoeclavos y han quebrado.
Menudos ídolos son los gestores de hoy en día. Lo único que saben hacer es bajar salarios, deslocalizar y empeorar las condiciones laborales. Lo malo es que no van a la cárcel por su ineptutid como deberían.
@Iker – Lo de la deuda para crecer fuera es un mito que me temo que no se acerca a la realidad. El precio de compra fue de 162 millones de euros. Eso se pagó con las aportaciones que hicieron particulares y que ahora están en el candelero. Las fábricas de Marruecos, China y Polonia eran rentables. El grueso de la deuda ha tenido que venir de España y también de Francia, pero no por la compra sino por la gestión posterior.
Quería decir el precio de compra de Brandt en Francia.
… y la relación de nuevos productos y sectores que no nacieron por salvar el negocio principal? Christensen vuelve a tener razón.
Iker: Explícamelo porque no lo entiendo. Igual me he perdido algo. Estamos hablando de una cooperativa, que se ha endeudado hasta los 1000 millones de euros. ¿no sabían nada los cooperativistas de las deudas?¿no sabían nada los cooperativistas que en polonia se pagaban 300€ por el mismo trabajo que a un cooperativista 1200 o 1500? ¿tampoco se explico como funcionaban las subordinadas?
Si como decían algunos la responsabilidad de las subordinadas era de los que firmaron, ahora ¿me quieres hacer creer que los cooperativistas no tienen ninguna responsabilidad en lo que ha pasado a Fagor?
Hasta donde yo sé, ningún cooperativista ha sido despedido. Lo que cuenta mucha gente que ha trabajado en Fagor y en otras empresas de la cooperativa, es el alto grado de rotación de algunos cooperativistas.
Ya he hablado aquí prácticamente solo, en mi opinión de la catadura moral de los gestores con el tema de las preferentes. Así que no estoy para nada defendiendo a los gestores de Fagor. Es más, me importan una mierda y espero que solo por las subordinadas, toda la mierda que les viene, se lo merecen.
En este país de hijos de puta, sería acojonante que acabasen colocados y cobrasen todo el dinero los cooperativistas sin responder de las deudas de su empresa y que los estafados por las subordinadas según sentencias, no recuperasen su dinero.
Es increíble la doble moral. Es como si una empresa con 3 o 4 dueños/accionistas que han endeudado la empresa sin limite, han arruinado la empresa, no respondieran de sus deudas y además pidiesen que se les colocase de por vida en otras empresas…¡¡¡porque yo lo valgo, no te jode¡¡¡
Ahora eso sí, los cooperativistas que hicieron aportaciones voluntarias ahora reclaman su dinero…
http://www.rtve.es/noticias/20131022/grupo-cooperativistas-fagor-reclaman-20-millones-rescate-aportaciones/773360.shtml
Si Thalved…como dicen en el foro burbuja.info….los cooperativistas se han estafado a si mismos.
A esto se le llama justicia poetica.
Y por supuesto q aqui nadie tiene la culpa de nada ni nadie sabia nada y q el Gobierno Vasco, el Central y las dipus tendran que correr con la deuda de los cooperativistas…pero no con la de los preferentistas.
Que todos somos vascos y hemos de apoyarnos…que España es un lastre y todas esas cosas.
Creo que la crisis con su cara mas dura llega a Euskadi…veremos dramatismo y gente arruinada completamente.
Por supuesto jose, es lo que tiene endeudarse a una media de 1000 millones al año. Los vascos no tenemos burbuja, el modelo cooperativista es la ostia, los vascos invertimos en I+D, no dependemos del ladrillo, tenemos una industria que exporta sin problemas al resto del mundo…no necesitamos el mercado Español, decía algún borrego político, que ni tiene carrera universitaria ni ha trabajado en su puta vida en el sector privado.
Joder como me gustaría tener la misma credibilidad en el futuro de euskadi, que Pedro Iturbe. Hasta que no haya dios, que nos preste dinero y estemos obligados a cumplir el déficit, seguiremos creyendo que los vascos somos la ostia. Ojala me tenga que comer mis palabras y reconocerle a Pedro que soy un autentico idiota…