Asier Domínguez (Madit): «Estamos democratizando la impresión 3D de metal»

Asier Domínguez (Bilbao, 1989) estudió ingeniería y empezó a atrabajar en ITP Aero, donde conoció a los dos dos socios de su startup, Javier Díaz Gutiérrez y Pablo Rojo. Madit, la empresa que han creado, está industrializando la impresión 3D de metal para democratizar el acceso a esta tecnología.

Esto es lo más interesante que nos contó en la entrevista que le hicimos:

  • Javier Díaz Gutiérrez, hasta entonces responsable de fabricación aditiva en ITP, es el alma mater del proyecto. El tiene la idea inicial y convence a sus compañeros para dejar su trabajo y convertirse en emprendedores. «Vio que esta tecnología se podría aplicar a todo tipo de industrias y no solo a las grandes compañías que se podían comprar una máquina. Buscó perfiles compatibles y pensó en nosotros dos, que estamos más preparados para diseñar y teníamos cierto espíritu emprendedor. Nos lo propuso, hicimos números y vimos que tenía sentido. Nos iba un poco la marcha. Y es cierto que una persona sola no podría montado esta empresa porque es bueno que alguien te evalúe las decisiones que tomas», explicó.
  • Madit se dedica a la impresión 3D de metal, también conocida como SLM. Para ello adquirió tres máquinas de la firma británica Renishaw y otras tantas para el preprocesado de piezas, que colocó en un taller de 120 metros cuadrados de Zamudio. «Hemos hecho una inversión potente con el fin de reducir los costes unitarios para hacer más asequible la impresión 3D de metal a cualquier tipo de empresa. Es un tipo de demanda que nadie atendía porque todo el mundo se había centrado en los grandes clientes de la industria aeroespacial o la investigación. Nosotros llegamos a cualquier sector y con mucha rapidez. Y el mercado nos está dando la razón. Hemos llegado a hacer piezas de un euro y el primer pedido vino de una empresa que quería hacer algo tan simple como figuras conmemorativas», explicó.
  • Madit se ha centrado en los tres metales que mayor demanda tienen: aluminio, acero inoxidable y acero duro. Con ellos cubre el 85% de las necesidades de la industria. «Como tenemos una máquina centrada en cada material, no perdemos tiempo haciendo cambios, cosa que sí ocurría en la mayor parte de las empresas que se dedicaban a la impresión digital de este tipo. Además, como tenemos integrado el diseño y el post-procesado, somos muy flexibles a la hora de hacer ofertas y de tener el producto listo en el tiempo demandado. Esta tecnología de fabricación es especialmente atractiva para empresas que no quieren hacer muchas unidades y a las que tampoco les compensa hacer una inversión en utillajes y almacenamiento. Cada día hay más gente que la demanda, tras ver ejemplos de lo que hacemos en nuestras redes sociales. Estamos mirando ya nuevos materiales, como el cobalto o el titanio», explicó.

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