Valentín Pérez (Boat Security): «Llevamos el IoT al mundo de la náutica de recreo»

Valen Pérez (Pamplona, 1967) estudió electrónica y hasta 2014 trabajó en el área de electrónica de empresas de seguridad. Su profundo conocimiento de las nuevas tecnologías aplicables a ese sector le llevó en 2014 a poner en marcha una firma, Boat Security, que desarrolla soluciones basadas en IoT para la monitorización y localización de barcos de recreo.

Esto es lo más interesante que nos contó en la entrevista que le hicimos:

  • Pérez llevaba mucho tiempo planteando dejar su trabajo por cuenta ajena para crear un proyecto propio. Le apasionaba la náutica, lo que también explica que se orientara por esa vía. «Vi que había una oportunidad de negocio y fui dando pasos para crear un proveedor de tecnología para barcos. En mi trabajo llevaba muchos años haciendo lo mismo y no terminaba de hacer lo que me apetecía. Tenía ya 45 años y es un momento en el que te planteas qué quieres hacer para el resto de tu vida profesional. Así que decidí dar el salto a emprender para poder entregarme al 110%. En cualquier caso, sabía que si fallaba, trabajo no me iba a faltar», explicó.
  • Tenía claro que la startup que creara debía tener una estructura muy pequeña para ser muy ágil. Y también quiso desde el primer momento disponer de un producto mínimo viable para poder testarlo en un mercado real. «Me di un plazo de dos años para averiguar si mi proyecto tenía sentido. Lo que veía es que en la náutica no se estaban aplicando los avances tecnológicos que se estaban registrando en el mundo de la seguridad. Y eso que en un barco hay muchos riesgos: que entre agua, que suelte amarras o que se agote la batería con la que se arranca el motor. Como nadie tiene el barco al lado de casa, necesita un sistema conectado para monitorizar todas estas cuestiones. Y con IoT se puede hacer», explicó.
  • El producto mínimo viable de Pérez tuvo éxito, especialmente en foros de internet de usuarios de náutica. Los primeros clientes fueron particulares, que querían algo sencillo y autoinstalable con un precio por debajo de los 300 euros, y después llegaron las empresas de alquiler de barcos. «Ven la introducción de tecnología de una forma más amplia porque para ellos es una nueva unidad de negocio. Así que pedían servicios adicionales, como la conexión wi-fi o el control de flotas, y pudimos establecer cuotas mensuales. De todas formas, el servicio básico sigue siendo la seguridad y la monitorización. A futuro veo mayor integración con herramientas de gestión», explicó.

Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *