Urkullu y Rementeria compiten para seducir a las grandes empresas madrileñas

Me sorprende la poca coordinación que hay entre Gobierno Vasco y diputaciones y especialmente con la vizcaína. Una muestra de ello es lo que ha ocurrido con los recientes viajes de sus máximos responsables, Iñigo Urkullu y Unai Rementeria, a Madrid para vender las ventajas de Euskadi y Bizkaia ante directivos de grandes empresas.

Es verdad que el momento es propicio, por el fin de ETA, por la rebaja del tipo del Impuesto de Sociedades y por la crisis catalana. Pero no consigo entender por qué no se aúnan esfuerzos y se evita lo que parece una pelea de gallos, con el correspondiente dispendio en viajes y pintxos, vía notas de prensa.

Hay que reconocer que Rementeria le lleva cierta delantera a Urkullu, pues ya empezó con esto hace dos años, aunque de una manera a mi juicio un tanto desorientada. El propio lema de la delegación vizcaína cambia a cada viaje (ahora se usa el «Bay of Europe») y la mayor parte de los asistentes a los actos suelen ser ejecutivos vascos residentes en Madrid.

Urkullu sale menos, pero lo ha hecho de una manera aparentemente más contundente. En su encuentro con los miembros del Foro Puente Aéreo estaban algunos de los máximos responsables de las mayores empresas del país y que, por tanto, mueven una gran parte de la economía española. Que el lehendakari les haya podido vender Euskadi es algo de lo que todos debemos sentirnos orgullosos.

Quizás como respuesta a la foto de Urkullu con los grandes dirigentes, al día siguiente el gabinete de prensa de Rementeria lanzó una nota para dar cuenta del supuesto interés detectado en Madrid durante la visita del diputado general de Bizkaia. Seis empresas y fondos de inversión se habrían interesado por el territorio fruto del acto. Digo supuesto porque no se aportan nombres.