Tor, la Internet de los malos

English: Tor Logo
English: Tor Logo (Photo credit: Wikipedia)

Presumo de conocer bien todo lo que se cuece en Internet, pero no tuve conocimiento de la existencia de Tor hasta que me la mencionó un político socialista. ¿Por qué él sí sabía de la existencia una herramienta que utilizan muchos delincuentes para no dejar rastro de sus actividades en la Red? Presumo que porque los políticos necesitan actuar a escondidas con relativa frecuencia.


¿Qué es Tor (acrónimo de «The Onion Router»)? Diseñado originalmente por la Marina de EE.UU., se trata de una especie de navegador que te permite recorrer la Red de forma anónima. Mediante un complejo sistema criptográfico y de servidores que permite camuflar la dirección IP de tu conexión, con lo que es imposible rastrearte.

Normalmente, la IP es un número único que, combinado con información que deben facilitar los proveedores de acceso, identifica tu domicilio cuando estás utilizando la Red. Tradicionalmente, se escondía con un software especial que camufla la IP, mediante técnicas criptográficas, o utilizando la conexión de otro, por ejemplo con un wi-fi abierto o en un cibercafé.

La ventaja de Tor es que, al combinarse con una sofisticada red de servidores repartidos por todo el mundo, es prácticamente imposible reventar el «secreto». Los jueces tienen que recurrir a proveedores de varias nacionalidades para tener acceso a la información del que ha usado Tor, lo que hace prácticamente imposible su identificación. A no ser que se cuente con la CIA, que supuestamente tiene «una llave maestra».

¿Y quién utiliza Tor? Además de mucha gente que necesita anominato máximo, como los usuarios de Internet de algunos países dictatoriales o los hackers de WikiLeaks, hay muchos usuarios «de conveniencia». Es el caso de los que ponen comentarios en foros sin revelar su identidad, pero también de los que pretenden cometer delitos en la Red.

Así, no resulta difícil encontrar en Tor puntos donde comprar drogas (por ejemplo, Silk Road) o armas (como EuroArms) con bitcoins, una moneda virtual que también es anónima. También hay un servicio llamado White Wolves en el que se puede reclutar a un matón. Y evidentemente, la pornografía infantil también tiene sitio en esta red.

Por cierto, volví a oír hablar de Tor cuando el ex diputado popular Santiago Cervera fue detenido por haber recogido un sobre en una muralla de Pamplona. El político navarro había recibido un e-mail enviado a través de este sistema indicándole que en ese punto se encontraba información sobre un escándalo relacionado con Caja Navarra. La Policía todavía está siguiendo el rastro del mensaje.

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