¿Tiene sentido la «tasa Google»?

Los gobiernos español, francés y británico están en trámites de crear un nuevo tributo que grabará, con un 3% en España y Francia y un 2% en Reino Unido, los ingresos en sus países de las multinacionales que venden servicios digitales, como Google, Facebook o Amazon, de acuerdo con una directiva europea. Es lo que ya se conoce como «tasa Google» (en Reino Unido más bien como «Amazon Tax») y que viene a actualizar ideas que ya se empezaron a barajar en los albores de Internet, fundamentalmente bajo el concepto del «impuesto sobre el bit«, y de las que yo incluso advertí a los miembros del Senado en 1999. ¿Tiene sentido?


Aunque estoy generalmente en contra de los impuestos en cuanto limitan la actividad privada, creo que se trata de un caso especial en el que está justificado hacer algo y, de hecho, me sorprende que no se haya hecho antes. Estas son las razones a favor:

– Generará ingresos de empresas que hasta ahora escapaban al Fisco local, al gozar de ciertas ventajas sobre sus competidores convencionales y utilizar países donde la tributación es inferior además de estar exentas de IVA.

– Los ingresos que generará son necesarios para mantener ciertos servicios públicos. En España se calcula que serán 1.200 millones de euros y en el Reino Unido prevén recaudar algo menos de 500 millones de euros.

– Es lógico que se penalice a las multinacionales que han abusado de la fiscalidad internacional en su favor. Hay que tener en cuenta que solo se dirige a las que firmas que facturan más de 750 millones en todo el mundo. En España se ha añadido también a las que generen 3 millones en este país, lo que puede resultar más controvertido porque se ha hecho específicamente para ir contra Uber y Airbnb.

– Afecta fundamentalmente a las compañías que utilizan la nube para vender sus servicios y especialmente a Google y Facebook, que ofrecen publicidad online. Se ha incluido también a las plataformas colaborativas, como Airbnb o Uber, y a las empresas que venden datos de usuarios, capítulo este último que podría incluir a Amazon, Alibaba y Apple (intercambian datos de compras en sus plataformas).

De todas formas, el sistema, tal y como está planteado, plantea varios riesgos que hay que abordar lo antes posible:
– Las empresas afectadas alegan que el dinero recaudado con este impuesto va a recortar la innovación que realizan. Es verdad que esto sucede con cualquier impuesto, pero en este caso al tratarse de grandes corporaciones que apenas innovan en Europa, creo que es un riesgo despreciable.

– Que no quieran pagar y el Gobierno de EE.UU. las defienda. ¿Cómo se va a ejecutar una medida como ésta contra una empresa que no tiene su sede en España sin contar con la colaboración de EE.UU.? ¿Qué medidas adoptará Trump contra las importaciones europeas en caso de que se aprueben las tasas Google? Espero que las normas que aprueben el impuesto prevean una forma de cobrar al pagador (al cliente), que sí está en Europa.

– Tampoco dentro de Europa todos están de acuerdo. Luxemburgo e Irlanda, que tienen una fiscalidad que favorece a las multinacionales, han mostrado su oposición. Una vez más, espero que la UE pueda caminar adelante sin necesidad de unanimidad.

– Que las compañías afectadas dejen de ofrecer sus servicios en los países con el impuesto. Este riesgo me parece muy real en el caso de las plataformas colaborativas. Y que Airbnb deje de ofrecer sus servicios en España se convertiría en un auténtico dolor de cabeza desde el punto de vista turístico. Apple y Uber ya han anunciado reducciones de personal en Reino Unido.

– Que las compañías afectadas suban sus tarifas en los países con el impuesto. Es lo que ha hecho Google con Google Play como respuesta a una decisión de la Comisión Europea en su contra. Es muy probable que suceda y que al final paguemos más los consumidores. Pero esto ocurre con cualquier subida de un impuesto indirecto (fundamentalmente el IVA), por lo que me parece un mal menor.

– Facturar el impuesto en función de los ingresos es un tanto injusto. Sin ir más lejos, la mayor parte de las plataformas colaborativas pierden dinero. Este sí es un problema importante, que creo que debe resolverse con alguna medida para evitar que empresas deficitarias (caso de Uber) se vean afectadas en la misma medida que las que ganan mucho dinero (caso de Google).

– Para pagar menos, las empresas afectadas nos van a engañar con la cantidad que dicen ingresar en cada país. A mi juicio, sería más lógico grabarles sobre lo que ingresen a nivel mundial un porcentaje que refleje el PIB relativo de cada país. En el caso de España sería aproximadamenta el 1,4%.

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