Uno de los hechos singulares del emprendimiento en Euskadi es que muchos de sus inversores son anónimos. Tratan de hacer el menor ruido posible, dentro de una estrategia
Txarly Sánchez (Bilbao, 1978) estudió ingeniería de telecomunicaciones y empezó su carrera profesional programando en pequeñas agencias a las que siguió un portal de empleo. Allí empezó a
Unai Ansejo (Bilbao, 1978) es físico y doctor en finanzas cuantitativas. Trabajó en BBVA, Consulnor e Itzarri, la EPSV de empleo de los funcionarios vascos, antes de lanzarse
François Derbaix (Mons, Bélgica, 1974) lleva 20 años en Madrid, ciudad a la que vino a emprender, primero en el sector turístico y después en el financiero. Ha
Dos vascos, Unai Ansejo y Asier Uribeechebarria, lideran los dos grandes proyectos estatales de robo-advisors, startups dedicadas a gestionar inversiones de forma automatizada. Sus dos compañías, Indexa y
Parece que montar startups se ha puesto de moda, hasta el extremo de que Mattel ha creado «la Barbie emprendedora«, que gestiona su Linkedin desde una tablet. Como