Me gustó especialmente este artículo de Eduardo Rodrigálvarez en El País en el que resalta que cuatro de lso mayores escándalos que hemos tenido en Euskadi han sido
Eliseo Gil, administrador solidario de Lurmen, la sociedad que realizaba las excavaciones arqueológicas de Iruña-Veleia, haría mejor en quedarse callado. Su comparecencia ante la prensa sólo ha servido
Menudo lío se ha montado en torno a las excavaciones de Iruña-Veleia, que hace dos años se intensificaron después de encontrar vestigios euskéricos y religiosos realmente sorprendentes. Resulta