Sobre la irresponsabilidad de CAF: renuncia a un encargo multimillonario en Jerusalén

Lo que ha hecho CAF tiene muy mala pinta. El fabricante vasco de trenes ha renunciado a un contrato en Jerusalén de hasta 1.200 millones de euros por presiones de su plantilla, que entendía que el trazado del ferrocarril podía adentrarse en territorio palestino. Sea o no verdad, anteponer criterios políticos en la gestión de una empresa es una tremenda irresponsabilidad y una muestra de lo alejados que pueden estar los sindicatos de la gestión real de una compañía.

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