Si no abres una «flagship store», ya no eres nadie
|Me ha llamado poderosísimamente la atención una nota de prensa que me ha remitido una agencia para anunciarme la apertura en Bilbao de una nueva tienda de Fini Golosinas. Que los comercios de chuches se implanten en el centro de las ciudades es un indicativo de lo próspero de ese negocio (y de esto sabe un rato un conocido empresario deportivo de Vitoria), pero lo que más me ha chocado es que el establecimiento se llame «flagship store». Es como si ya no se pudieran abrir tiendas convencionales y fuera necesario rodearlas de una nueva parafernalia. Veamos.