Rafael Larreina (Red de Comunidades Energéticas): «Hacemos suerte de kilowatios»

Mucha gente conoce a Rafael Larreina (Vitoria-Gasteiz, 1956) por su periplo político, que le ha llevado por el Parlamento Vasco y el Congreso de los Diputados, pero pocos saben de su lado emprendedor. El gusanillo se le despertó ya en sus tiempos universitarios y le ha llevado a crear un periódico local y un portal ciudadano y a participar últimamente en una cooperativa que ayuda a crear comunidades energéticas. «Hacemos suerte de kilowatios», explica, utilizando un término empleado para el reparto de leña entre vecinos.

Esta es su historia:

  • Larreina quería emprender desde sus tiempos de estudiante en Sarriko, donde se licenció en económicas. Junto con unos compañeros, contactó con el entonces director del periódico La Gaceta del Norte, José María Portell, para crear un suplemento universitario. «A mí me atraían los medios de comunicación y hacía entonces mis pinitos como corresponsal en Euskadi de la revista Actualidad Económica. Habíamos quedado con Portell, al que le gustó mucho la iniciativa, al día siguiente de que lo asesinaran. Con su muerte se perdió el proyecto. Luego trabajé en SEA recopilando información de temas comunitarios porque estábamos a punto de entrar en la UE, hasta que entré en política en 1987. Me he pasado unos cuantos años en ese mundo, aunque nunca en labores de gobierno», explicó.
  • Una vez terminado su periplo político, Larreina montó un periódico gratuito, La Voz de Vitoria-Gasteiz, que llegó a distribuir 40.000 ejemplares. Y después abrió un portal de Internet sobre la capital alavesa que consiguió captar no solo lectores sino también anunciantes. «Con el periódico llegamos a repartir 40.000 ejemplares, pero no aguantamos la subida de los precios del papel. Con el portal no tuvimos este problema y a las pequeñas empresas les ofrecíamos sobre todo SEO relacionado con la ciudad. Alguna de las tiendas que montamos siguen funcionando. Desapareció como consecuencia de la pandemia. Nos quedamos sin dinero», explicó.
  • Larreina preside actualmente la cooperativa Red de Comunidades Energéticas, que promueve el autoconsumo energético entre pequeñas entidades de población. Aunque está jubilado, disfruta mucho de este trabajo en cuanto va más allá del negocio y supone un cambio de modelo social y económico. «Se trata de rescatar la electricidad y ponerla en manos de la gente para alejarla de las grandes corporaciones, al mismo tiempo que reducimos la factura y cuidamos el planeta. Estas comunidades son posibles merced a una directiva europea que pone facilidades para que grupos de personas que viven cerca instalen sus propias plantas fotovoltaicas y las conecten a la red. El ahorro ronda el 40-50% y está especialmente indicado para concejos, un tipo de organización local muy habitual en Alava y Navarra. Trabajamos con 120 comunidades en España, 90 de ellas en esos territorios», explicó.
  • La gestión no es complicada, porque la cooperativa Red de Comunidades Energéticas tiene tanto éxito que ni tan siquiera tiene que buscar clientes. «Todos nos han llamado a nosotros. Basta con que haya 3 ó 4 vecinos y en algunas hay hasta 218. Las ventajas que obtienen son que no tienen que pagar derechos de acceso a la red y que se genera una batería virtual con los excedentes de producción. Intentamos trabajar con comercializadoras que también son cooperativas para mantener el modelo social. Me gusta el modelo y me gusta mucho lo que hago. Ahora estamos pensando en ofrecer la compartición de otros tipos de servicio, como los medios de transporte, o incluso generar grupos de consumo», explicó.

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