Rachel Lesslar y Maiara Marths (Vostok): «Cuando emprendimos no éramos conscientes de todos los palos que había que tocar»

Rachel Lesslar (Johor-Bahru, Malasia, 1989) estudió administración de empresas y chino y recaló en Bilbao por un trabajo relacionado precisamente con la importación de artículos de China. En 2016, junto con Alvaro Escribano, creó Vostok Electric para diseñar y comercializar productos de movilidad sostenible, empezando por una moto eléctrica. Ahora le acompaña en el emprendimiento la publicista Maiara Marths (Sao Jose dos Pinhais, Curitiba, Brasil, 1993) y con ella está afrontando los numerosos retos que implica fabricar y vender un vehículo.

Esto es lo más interesante que nos contaron en la entrevista que les hicimos:

  • Lesslar tenía una obsesión por la movilidad sostenible desde su infancia en la contaminada Malasia. Durante sus estudios en China conoció las motos eléctricas y se enamoró de este vehículo. «Me compré una con lo que ahorraba dando clases de inglés. Después conocí a Alvaro, que también tenía una pasión por la movilidad eléctrica y fuimos quedando para hablar de montar algo juntos. Es más fácil poner en marcha un proyecto cuando tienes a alguien al lado que tiene las mismas ganas. Pero es verdad que en ese momento no nos dábamos cuenta de todo lo que implica montar una empresa: marketing, diseño de producto, fabricación, mantenimiento…», explicaron.
  • Vostok nace como empresa de movilidad sostenible con un primer producto, la moto eléctrica E7, que supuso casi tres años de desarrollo. Tras varios titubeos, Lesslar y Escribano encontraron un socio francés que se ocupó de la fabricación. «Desde Vostok nos hemos encargado de la estética y de la batería. La Vostok E7 tiene una autonomía de unos 65 kilómetros y, en su lanzamiento, un precio de 2.390 euros. Se vende en tres colores y se dirigía a particulares de zonas urbanas. Después probamos la moto con Glovo o Just Eat y otras empresas con flotas. En esa primera época tuvimos que hacer otros proyectos para terceros para poder sobrevivir», explicaron.
  • En una primera etapa Vostok solo vendía a través de su web, algo que resultaba complicado porque es un producto que el usuario quiere probar antes de comprarlo. Todo eran dificultades, incluida la logística, que se resintió mucho como consecuencia del covid. «Nos tuvimos que replantear todo lo que estábamos haciendo y finalmente decidimos seguir adelante. Hemos captado más concesionarios e incluso estamos vendiendo fuera de España de la mano del socio francés. Vostok se dirige actualmente a jóvenes urbanitas, personas que quieren llevar su moto en una caravana, porque es muy ligera y mujeres a las que su estilo vintage les trae recuerdos de su juventud. Además, estamos entrando en flotas y estamos a punto de sacar una moto de 125 cc, la E8», explicaron.

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