¿Quién es Pablo González, el supuesto espía vasco-ruso?

Pablo González Yagüe, un periodista residente en Nabarniz (Bizkaia), ha saltado a la actualidad tras ser detenido en Polonia, cerca de la frontera con Ucrania. Las autoridades locales le acusan de espionaje para el GRU ruso y han filtrado que llevaba dos pasaportes falsos y tarjetas bancarias del país que comanda Putin con nombres diferentes. ¿Qué hay de cierto?

Su situación personal es tan peculiar que todo podría ser un simple malentendido. En lo que a los pasaportes se refiere, González nació en Rusia, nieto de un niño de la guerra, pero vive en España por lo que es muy probable que sí porte documentaciones de ambos estados. Además, su nombre ruso es Pavel, lo que añade confusión a su identidad.

Lo de las tarjetas de crédito es más complicado de explicar. Como su padre todavía resida en Rusia, es posible que portara una visa a nombre de su progenitor para poder desenvolverse más fácilmente en su país natal. De todas formas, es un extremo que también resulta sospechoso: si maneja dinero de una cuenta bancaria extranjera, ¿podría ser que estuviera cobrando dinero por realizar trabajos en ese estado o incluso para su gobierno?

El aspecto económico es el más anormal de todos. Su trabajo como periodista, asociado sobre todo a los diarios izquierdistas Gara y Público, no podía generarle muchos ingresos como para facilitar una labor de corresponsal con viajes constantes al extranjero. Dicho de otra forma, ambos periódicos tienen recursos muy limitados y sus colaboraciones con EFE y La Sexta eran muy esporádicas.

Tampoco en casa deberían haber podido ayudarle mucho. González tiene tres hijos y su mujer es funcionaria en el mismo municipio donde residen, actualmente gobernado por EH Bildu. Ser corresponsal extranjero es muy costoso si es necesario regresar al domicilio particular de forma habitual.

Hay otro aspecto de la detención de González que no es fácil de encajar. El periodista vasco-ruso fue detenido cuando se dirigía a Ucrania para cubrir la guerra. Pero resulta que de este país había sido expulsado un mes antes por las autoridades locales, lo que añade una enorme temeridad a su actividad.

Una cosa es cubrir una guerra, con el consiguiente riesgo que suponen las bombas y otras armas, y otra es hacerlo en un país del que te han echado previamente. Hay que tener en cuenta que no fue una simple expulsión, pues el diario Público ha denunciado que posteriormente su familia recibió en Nabarniz una visita del CNI español.

Por si fuera poco, el Gobierno de Polonia también asegura que González había aprovechado su estancia en ese país para entrevistarse con líderes políticos prorrusos, algo que es perfectamente legal pero un tanto extraño en el marco de una labor exclusivamente periodística. Hay que decir que, aunque técnicamente es filólogo eslavo, sí que hizo un máster en periodismo multimedia de Vocento y la UPV y actualmente se está doctorando en esta última universidad.

¿Podría ser realmente un espía o se trata de una confusión relacionada con su ideología, que a tenor de lo que publica en Twitter o en su blog de Eulixe no hay duda alguna de que es prorrusa? Los que le conocen personalmente aseguran que González no tiene el perfil de agente doble. «Me cuesta creer lo del espionaje, precisamente porque no es muy discreto», indica un compañero de trabajo que lo describe como «fanfarrón y buen compañero». Otros lo describen como «alocado» e «imprudente», lo que explicaría su intento de regresar a Ucrania.

En su contra juega el hecho de que a lo largo de la historia de las guerras ya haya habido otros agentes dobles que podían hacer muchas preguntas con la excusa de ser periodistas. El caso más conocido es el de Richard Sorge, un ciudadano alemán de origen ruso que trabajó durante la segunda guerra mundial para su país natal hasta que fue descubierto y finalmente ejecutado en Japón.

El vídeo de Pablo González que incluimos a continuación en la primera edición de esta noticia ha sido borrado posteriormente por quien lo subió, que era una publicación coeditada por el protagonista de esta noticia:

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