¿Por qué los informáticos vascos no son caros pese a ser escasos?

Periódicamente la patronal Gaia y las empresas de tecnología a las que representa aseguran que en Euskadi faltan informáticos. Según sus datos, cada año apenas salen entre 700 y 900 de universidades y centros de formación profesional pese a que se contratan unos 1.500. Pese a ello, su coste salarial no es muy elevado: un bruto de entre 29.200 euros y 50.200 euros. ¿Cómo se explica esta paradoja?


Gran parte de la respuesta está contenida en un trabajado informe de la Autoridad Vasca de la Competencia (AVC), que investigó a las principales consultoras informáticas que operan en Euskadi ante la posibilidad de que estuvieran organizadas para llevarse los grandes contratos públicos. Finalmente salieron bien paradas precisamente por las dificultades que encuentran para fichar a los profesionales del sector.

Todo empezó en diciembre de 2021, cuando la sociedad pública Ejie, harta de convocar licitaciones a las que solo se presentaba una empresa, decidió denunciar a varias de ellas por entender que se estaban repartiendo los contratos. Los datos eran bastante evidentes: se convocaban concursos y cada lote se lo adjudicaba una consultora diferente, que muchas veces subcontrataba a otras.

Las empresas afectadas eran viejos conocidos de la informática vasca: Bilbomática, Entelgy Ibai, Eurohelp (ahora parte de Teknei), Oesía, Serikat, Everis (NTT Data), Ibermática, Inetum, LKS, Sopra, Deusto Seidor u Odei (ahora Teknei Digital). La AVC analizó 36 licitaciones de mantenimiento y asistencia técnica entre 2017 y 2022 por un importe global de casi 200 millones de euros.

Y su conclusión inicial, que le llevó a abrir expediente a las empresas, es que había evidencias de reparto del mercado y que, por tanto, se estaba cometiendo una infracción contra la Ley de Defensa de la Competencia. No existían pruebas directas pero sí presunciones bien fundamentadas.

Las empresas, que llegaron a celebrar una vista como si de un juicio se tratara, alegaron que la compañía que se suele presentar a estos concursos suele ser la única que realmente es capaz de realizar el servicio, en cuanto previamente ha elaborado el software. Como solo esa empresa tiene el personal cualificado y las certificaciones necesarias, fundamentalmente sobre la plataforma Platea, a las demás no les sale a cuenta licitar.

La pregunta que se hizo entonces la AVC es por qué no fichaban a los informáticos del competidor que había elaborado el software para poder presentar una oferta decente. Y lo que respondieron las empresas es que esto, al margen del riesgo que supone participar en un concurso que se puede perder, les obligaría a elevar los sueldos y perder margen.

Las consultoras alegaban, por tanto, que no se roban informáticos entre sí ante el riesgo económico que supondría. Coincide, además, que casi todas tienen el mismo convenio colectivo, el de empresas de consultoría y estudios de mercado, que es de ámbito estatal y bastante favorable.

Y de esta forma lo que inicialmente era un problema de competencia entre empresas pasaba a ser uno de recursos humanos, aunque aquí la AVC no puede intervenir. Por si fuera poco, en la tramitación del expediente participó Tomás Iriondo, el director general de Gaia, que achacó a Ejie no haber tomado nota de sus advertencias de que debía mejorar la formación de informáticos para evitar que haya pocas consultoras interesadas en sus licitaciones.

Un comentario

Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *