Nuevos modelos de negocio para la prensa

El de la prensa de papel es uno de los negocios que peor lo está pasando como consecuencia de la digitalización de la economía. Sus ingresos se han reducido sustancialmente, una parte importante de sus profesionales se han quedado sin trabajo y las empresas del sector no terminan de encontrar un modelo alternativo. Pero los hay.


Empecemos comentando los principales problemas que padece la industria de los medios y especialmente la del papel:
– Hacer contenidos exclusivos apenas genera valor. Se siguen leyendo y siguen influyendo, pero hay tantos iguales (a información general me refiero) que muy poca gente está dispuesta a pagar por ellos.

– No hay forma de monetizar los archivos históricos, que muchas compañías siguen guardando como si fuera un gran tesoro. En realidad, su valor es cercano a 0 y tiene más interés cultural o académico que económico. Lo mejor sería que lo vendieran a una administración pública o lo convirtieran en museo.

– Hay demasiada gente compitiendo en Internet por los mismos ingresos publicitarios. En la guerra de la atención se han metido desde Google hasta las instituciones públicas. Todo aquel que tiene un mínimo de audiencia vende banners. Los medios son uno más.

– El lector ya no es fiel. Hay tanta información en Internet que los usuarios navegan de una web a otra en función de lo que el algoritmo de Facebook o de Google les señalan como más atractivo en cada momento. Ese lector que visita la web de un periódico reiteradamente solo existe cuando ocurre un gran acontecimiento de la actualidad (por ejemplo, el reciente accidente aéreo de los Alpes).

– El pago por contenidos, salvo en casos muy específicos como el del New York Times, no termina de funcionar. Sirvan de ejemplo las constantes pérdidas de Kiosko y Más, la única iniciativa española multi-soporte.

Dicho esto, veamos cuáles son los modelos que se están intentando con mayor o menor éxito. Dejo fuera a nuevas técnicas como el periodismo de datos en cuanto tienen un interés más profesional que económico:

– Generar contenidos que sí aportan valor. Mientras los medios generalistas caen en picado, no dejan de surgir nuevas webs que ofrecen información de nicho y que sí son capaces de generar lectores e ingresos. Mi ejemplo favorito es Vocento. Mientras su periódico generalista (ABC) no para de perder dinero, los buenos regionales, los que en su día engendraron este grupo, se defienden relativamente bien, porque ofrecen contenido exclusivo.

– El pago por unidad de contenidos. Dado que los usuarios no quieren pagar suscripciones mensuales que no saben si van a utilizar y que les obligan a leer solo un medio, está teniendo cierto éxito un modelo alternativa de cobro por artículo. El precio es minúsculo (céntimos) y el lector tiene incluso la posibilidad de pedir la devolución del dinero si el contenido no es de su gusto. Lo impulsa la startup holandesa Blendle, a la que denominan el iTunes de la información, que ya tiene 100.000 usuarios fieles en su país de origen. Ha recibido dinero de las sociedades editoras del New York Times y Axel Springer. En Francia sigue el mismo modelo Milibris.

– Gestionar impuestos revolucionarios, que normalmente tiene que pagar Google. Es un modelo arcaico, anti-natural y que exige el apoyo del gobierno de turno. Prefiero no mencionarlo, aunque todos sabemos que existe.

– Publicidad nativa. Inicialmente rechazada por todos los medios convencionales, lo cierto es que hoy la están ensayando la práctica totalidad de ellos. Supone mezclar contenido y publicidad como en los clásicos publirreportajes. Funciona muy bien entre los nuevos medios tipo The Huffington Post, Buzzfeed o Vice, capaces de generar grandes volúmenes de tráfico impulsado por su eficaz gestión de los algoritmos de las redes sociales.

– B2B y organización de eventos. Este debería haber sido, a mi juicio, el principal modelo de negocio de los medios desde que Internet irrumpió «en sus vidas». Creo que un excesivo celo profesional lo ha dejado aparte, pero siempre he visto a los periódicos como un intermediario entre empresas. Su capacidad para digitalizar negocios y para conseguir que oferta y demanda se encuentren debería haberles llevado a generar ingresos masivos por esta vía. Pero han dejado que lo hagan otros, especialmente en el entorno de los clasificados. De todas formas, veo en los últimos tiempos a muchos medios españoles redirigirse por aquí.

– Ecommerce. No es casualidad que Vocento tenga su propio Groupon, Oferplan, y los socios de Prisa participen en la principal plataforma de este tipo en España, Offerum. Una vez más, lo extraño es que no hayan aprovechado más esta tendencia. También resulta lógico que empiecen a intercambiar publicidad en sus páginas a cambio de participaciones en el capital de tiendas online.

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