Micolet, que vende ropa usada online, abre tienda física en Bilbao

Micolet, el pionero en la venta de ropa usada por Internet, sigue percibiendo cierta resistencia hacia este tipo de producto, que mucha gente considera de menor calidad. Para vencer este estigma, los responsables de la startup vasca han decidido abrir una tienda física en Bilbao, que fue inaugurada el jueves.

Micolet nació en el seno de Colectivia, otra startup basada en el modelo Groupon que habían creado los ingenieros de Deusto Aritza Loroño y José María del Moral en Getxo. Cuando este último negocio empezó a no ir tan bien, sus fundadores pensaron en algo que tuviera mejores perspectivas y se fijaron en el modelo de la ropa usada para mujeres. La pareja de uno de los fundadores fue la que vio la necesidad.

Micolet recoge a domicilio las prendas de segunda mano de las personas que quieren venderlas y, tras fotografiarlas y evaluarlas, las coloca en su «mercadillo», que en términos tecnológicos se conoce como marketplace. El precio lo marca un algoritmo que tiene en cuenta diversos datos de cada producto. En la web se pueden consultar todas las ropas que están a la venta e incluso adquirirlas y posteriormente devolverlas si al recibirlas no son del gusto del consumidor.

Tras Getxo y Erandio, su almacén se encuentra actualmente en Basauri, un tanto alejado del núcleo urbano. Así que para llegar a la población normal, los creadores de Micolet han decidido abrir una tienda física de 110 m2 en pleno centro de Bilbao. Allí habrá siempre una selección de 1.000 prendas seleccionadas, con la ayuda de inteligencia artificial, de entre las que se supone que más gustan a las bilbainas.

Curiosamente, este comercio físico se abre antes que la app móvil, ya que Micolet todavía solo dispone de una web normal, que copiaron en su día de una americana que se dedicaba a lo mismo. Su millón de usuarias recibe noticias por email y acude a Internet a consultar las prendas que están disponibles. Tanto en España como en otros 6 países europeos, que serán dos más a lo largo de este año.

El negocio va viento en popa. Lleva varios años casi duplicando su facturación, que en 2019 superó se acercó a los 3 millones de euros. Los beneficios, por el momento, son más justitos, dado que sigue siendo una empresa que invierte mucho en desarrollo. Eso sí, su balance es muy simple, dado que apenas tiene existencias o inmovilizado, por lo que resulta una compañía muy sana.

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