Luis Collantes (Creo Medical): «Compré la empresa en la que trabajaba por un euro» (y la vendió por 27 millones)

Con la vida profesional de Luis Collantes (Leioa, 1971) se podría hacer una película. Se resume en que vendió por 27 millones de euros una empresa que había comprado por un euro, pero antes y en medio hay una historia apasionante de reinvenciones, financiaciones, tensiones, negociaciones, trabajo duro y algunos momentos de suerte.

Veamos:

  • A Collantes no le gustaba estudiar pero consiguió sacar adelante una carrera dura, ingeniería. Eso le abrió las puertas de una beca en el Reino Unido y posteriormente de una consultora británica que le introdujo en el negocio sanitario. «Acabé trabajando en Barcelona para uno de los clientes que se dedicaba a distribuir productos sanitarios. Tenían una filial que habían comprado y que no les iba muy bien, Albyn Medical, y me pidieron que analizara qué se podía hacer. Ellos no querían invertir más pero yo estaba convencido de que se le podía dar la vuelta y les ofrecí comprarla por un euro junto a mi jefe. Hipotequé mi casa para poder sacarla adelante. Estaba sobredimensionada, perdía un millón de euros al año y no generaba muchos ingresos. Lo pasamos muy mal», explicó.
  • Para sacar adelante Albyn Medical Collantes y su socio tuvieron que pedir ayuda y especialmente dinero a todos los agentes posibles. Empezando por amigos y familiares y terminando por fondos de capital riesgo. «Entre los más cercanos y un fondo para ex alumnos del IESE conseguimos gasolina para dos años. Pero no fue suficiente. Hicimos alguna inversión equivocada y se nos acabó el dinero pronto. Nos quedamos sin un euro y entonces apareció Sodena (fondo de capital riesgo del Gobierno de Navarra) y nos ofreció inyectar un millón de euros si nos íbamos a Pamplona. Me quedé solo con un 6% de la compañía pero era eso o morir», explicó.
  • Tras otras muchas dificultades, incluida la salida de su socio, Collantes empezó a llevar el timón en solitario. A partir de entonces, a Albyn Medical las cosas le empezaron a ir muy bien. «Puse la compañía en beneficios en nueve meses quitando gastos operativos no esenciales. Los costes siempre dependen al 100% de ti, por lo que es fundamental controlarlos bien. Además, aumenté la facturación incluyendo productos de terceros en nuestro catálogo. Se trataba de aprovechar mejor el equipo de ventas que ya teníamos para los equipos médicos destinados a urología y aparato digestivo que ya producíamos y vendíamos. De esta manera, no ganábamos valor pero sí caja, lo que nos dio mucha tranquilidad», explicó.
  • La tranquilidad financiera no paralizó la iniciativa de Collantes, que entonces empezó a buscar nuevos retos. El había observado que en ciertos aparatos médicos se había producido una consolidación internacional, por lo que pensó que algo parecido podría ocurrir en la distribución de accesorios de endoscopia digestiva. «Es el momento ese en el que como emprendedor te das cuentas de que necesitas una nueva motivación y eso te lleva a escalar tu negocio y hacerlo grande. Nuestro mercado estaba muy atomizado y se basaba en vender con buen margen en Europa productos hechos en China. Hacía falta una consolidación y pensé que la podíamos hacer nosotros. Presenté un pequeño plan de negocio para comprar distribuidores y me lo aprobaron. En 2014 hicimos la primera compra en Alemania y así seguimos en Francia, Reino Unido y Bélgica. Aprendí mucho de negociaciones. Generalmente valorábamos por múltiplos de ebitda de 5 ó 5,5 veces y después nosotros vendimos Albyn Medical por un múltiplo de 10,5», explicó.
  • Collantes podría haber seguido engordando la empresa pero en setiembre de 2019 una enfermedad familiar le llevó a ver la vida de otra forma. Empezó entonces a prestar atención a las ofertas que recibía constantemente y que no llegaba siquiera a estudiar. «Con la enfermedad de mi mujer me di cuenta de que el castillo de naipes se caía y empecé a valorar otras cosas. Senté a posibles compradores y hubo cuatro ofertas muy buenas. Me decidí finalmente por un grupo inglés porque había mucha complementariedad. Ellos tenían producto y necesitaban canal de distribución y la comunicación era perfecta. Vendimos la empresa en medio del covid, en julio de 2010. He tenido que seguir trabajando en ella hasta julio de 2023. Ahora facturamos más de 30 millones de euros anuales», explicó.

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