Los primeros efectos de la nueva ley de protección de datos: webs cerradas y spam masivo

¿Servirá de algo el RGPD, la nueva ley de protección de datos? Por el momento, sus efectos son más bien negativos: webs que han decidido cerrar el acceso a sus usuarios europeos y un spam masivo de empresas que piden por email confirmación antes de seguir manteniendo información de los internautas. Sin embargo, todavía hay ilusos que defienden las supuestas bondades de esta regulación.


Hay que reconocer que lo que Europa no es capaz de innovar en productos y servicios parece querer hacerlo en legislaciones. Introduce así trabas al libre mercado con la excusa de que se trata de derechos que harán el uso de Internet más adecuado para los ciudadanos europeos. Pero ya existían regulaciones anteriores, como la LOPD o la de cookies, que no habían introducido mejoras reales.

Además, los grandes acumuladores de datos, como Facebook, se han apresurado a «exigir» a sus usuarios la aprobación de nuevas condiciones para poder seguir accediendo a la web. Sin leer nada, la práctica mayoría de las personas han pinchado en el Sí, porque la opción alternativa era dejar de acceder a servicios que son casi indispensables para ellos. «Consentimiento forzado» lo llaman algunos.

Son las empresas más pequeñas las que se han asustado y se han puesto masivamente a mandar emails, prácticamente copiados los unos de los otros, notificando a sus usuarios la necesidad de aprobar nuevas condiciones. Otros servicios, incapaces de saber hasta qué punto les afecta la RGPD, han preferido cancelar el acceso a todos los internautas europeos. Es el caso de periódicos como el Los Angeles Times o el servicio Instapaper.

Otros como Google han decidido repercutir a los proveedores de soporte publicitario de Doubleclick el coste administrativo que supone la nueva regulación. Como el intercambio de datos entre plataformas de banners se va a ver muy restringido, el efecto va a ser que muchas webs que viven de estos anuncios, como por ejemplo la que estás leyendo en este momento, van a perder ingresos y probablemente se planteen también el cierre. ¡Bravo por los legisladores europeos!

Y mi convencimiento personal es que todo esto no servirá para nada. Seguiremos recibiendo spam en Internet, nos seguirán llamando por teléfono para ofrecernos de todo y nos perseguirán los anuncios de cosas que alguien ha detectado que estamos a punto de comprar. Eso sí, las empresas tendrán que gastarse una pasta en acomodarse a los nuevos criterios administrativos y habrá abogados y aprovechateguis que se harán de oro.

Foto: https://twitter.com/amuda/status/1000100842664587265/photo/1

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