Los obstáculos a los que se enfrentan los vehículos eléctricos en Euskadi

Los coches eléctricos son una herramienta para combatir el cambio climático, pero todavía no hay una situación material que fomente su uso. Infraestructuras, precio… Etor Gorroño, el actual director de marketing del Grupo Meuri, nos da las claves para entender los obstáculos a los que se tienen que enfrentar este tipo de vehículos.

Aunque los coches eléctricos lleven tiempo en el mercado, es ahora cuando están siendo promovidos como un reemplazo serio para el motor de combustión interna y una respuesta para la crisis climática.

Recientemente, el gobierno de Reino Unido ha planteado prohibir la venta de vehículos de gasolina y diesel para 2030 por lo que para entonces, los coches eléctricos tendrán que estar afianzados en nuestro día a día. Pero ¿está Euskadi preparada para este cambio?

En Euskadi, los datos de las ventas de vehículos eléctricos este primer cuatrimestre de 2021 son incuestionables: Se han vendido 470 coches eléctricos frente a un total de 7.550 automóviles en el conjunto de la CAV, un 6,2%. Si es verdad que las ventas han crecido desde el primer cuatrimestre del pasado año a este, pasando de 234 a 470 unidades.

Hemos hablado con Etor Gorroño que es el actual director de marketing del Grupo Meuri, un grupo de empresas dedicadas a la venta, mantenimiento y reparación de vehículos a través de concesiones de marcas oficiales Opel, Seat, Kia, Mazda y servicios oficiales Jaguar, Volkswagen y Jeep. 

Gorroño destaca tres puntos principales por los que actualmente no es viable:

  1. Lo primero de todo es que no hay las infraestructuras necesarias ni en España ni en Euskadi, no hay las estaciones de servicio necesarias. Es un problema fundamental que debería ser solucionado ipso facto. 
  2. Relacionado con el anterior, hay una falta de autonomía en función de las necesidades de movilidad. Cuanto más usas el coche, más tienes que recargarlo y más te limita la escasez de estaciones de servicio donde puedes hacerlo.
  3. Por último, pero no menos importante, comparativamente el precio diferencial del motor de combustión de los coches eléctricos es más elevado. Aún así, se prevé que en cinco años el precio llegue a un equilibrio.

A pesar de que actualmente no se den las condiciones materiales adecuadas, se ve esperanza a medio-largo plazo gracias al equilibrio de mercado, a las ayudas para la construcción de infraestructuras y a las medidas políticas que fomentan su uso.

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