Los garajes son una mala inversión
La rentabilidad de los garajes en las grandes ciudades es tan baja que hace de esta inversión una de las peores que se pueden plantear. Algunos ejemplos de idealista: 2,8% anual en Madrid, 3,4% en Barcelona ó 2,3% en Oviedo. Pero es que la tecnología también rema en su contra.
Por una parte, la regulación hace cada día más complicado meter un coche en el centro de las ciudades. Por otro, surgen nuevas opciones de movilidad eléctrica y de auto-aparcamiento que van a ir poco a poco matando a los garajes.
Un coche autónomo es muy probable que no necesite aparcar en el centro de la ciudad o que esté constantemente dando servicio, como si de un taxi se tratara, sin obligación de parar. Además, las tendencias sociales llevan a los más jóvenes a no querer tener coche propio, lo que debería reducir el parque de vehículos a medio plazo.
