Los fondos públicos no deberían financiar startups en las que el emprendedor gane más de 30.000 euros

Es urgente que todos los fondos de inversión institucionales y las entidades públicas que financian a startups impongan una norma que impida a los emprendedores «ponerse» sueldos superiores a 30.000 euros directos o indirectos. Digo esto después de enterarme de que el fundador de Davalor, una polémica firma navarra que recibió préstamos por un importe cercano a los 3 millones de euross, cobraba 150.000 euros anuales y otro tanto a través de su red de empresas personales.

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