Los diversos prefijos de «tech»

En los últimos años se ha puesto de moda utilizar el sufijo tech acompañando a diversos sectores en los que se están creando startups tecnológicas. Como la creatividad de los powerpoints no tiene límite, los relativamente populares fintech o proptech se han visto acompañados de términos más o menos curiosos.

Veamos una recopilación de estos vocablos:

  • Churchtech. Hace referencia a la utilización de apps móviles para mejorar la relación del usuario con su religión y, en sentido amplio, espiritual.
  • Agetech o silvertech. Hace referencia a todas las tecnologías que van dirigidas a mejorar la vida, especialmente en el hogar, de las personas mayores. También se le suele denominar «silver economy» o «economía plateada».
  • Healthtech. Aquí encajan un sinfín de startups relacionadas con la salud, con tres subcategorías fundamentales: las de dispositivos médicos, las de biotecnología y las que mejoran procesos hospitalarios.
  • Deeptech. Es un vocablo especialmente ambiguo que hace referencia a startups de tecnologías duras, en el sentido de que utilizan retos tecnológicos muy sofisticados. En nuestro entorno se suelen incluir aquí las empresas que tienen actividad relacionada con la cuántica.
  • Spacetech. A medida que se reduce el coste de las misiones espaciales, han surgido toda una serie de startups que trabajan en este terreno, otrora cerrado a firmas y laboratorios públicos.
  • Govtech. Hace referencia a todas las startups que desarrollan tecnologías para mejorar el funcionamiento interno de la administración o su relación con los ciudadanos.
  • Sextech. Se trata de startups que aplican la tecnología a todo lo que tiene que ver con la búsqueda de relaciones y la práctica del sexo a distancia o simplemente con personas artificiales. Desde un tinder hasta unos videojuegos eróticos.
  • Femtech. En una sociedad en la que la igualdad se ha convertido en una de las prioridades de la acción pública no podían faltar startups que se dirigen específicamente a mejorar la vida de las mujeres, generalmente en lo que respecta a su función reproductiva.
  • Cleantech o greentech. Las startups de energías limpias entran dentro de este concepto, que incluye desde un fabricante de molinos offhore flotantes hasta una compañía que ha desarrollado una tecnología de reciclaje de plásticos.
  • Legaltech o regtech. Es uno de los campos que más startups ha generado en los últimos años a medida que la inteligencia artificial y la digitalización permitían acelerar ciertos procesos jurídicos que hasta hace poco tiempo nadie había acertado a automatizar.
  • Fintech. La digitalización de los servicios bancarios y cierta liberalización han venido acompañados de la aparición de un sinfín de operadores financieros que sustituyen a las entidades tradicionales en ciertos campos. Desde la compraventa de divisas hasta la gestión de fondos de inversión. Cuando se trata específicamente de gestión de patrimonios ha surgido una subdenominación: wealthtech.
  • Insurtech. La aparición de startups en el sector asegurador ha ido más lenta que en el bancario, probablemente por el importante desembolso económico que hay que hacer para crear nuevos operadores de riesgos.
  • Edtech. Es uno de los sectores más potentes de la economía digital desde que el vídeo se ha generalizado en las redes y especialmente a raíz de los confinamientos de 2020. El abaratamiento de precios que ofrece Internet hace muy competitivas a este tipo de startups.
  • Adtech y martech. Hay una ligera diferencia entre las startups de ambos tipos pero a veces se suelen confundir ambos términos. Las adtech están relacionadas exclusivamente con la publicidad online mientras las martech incluyen herramientas que mejoran las acciones de marketing.
  • Proptech. Las startups de tecnologías que mejoran la gestión de propiedades inmobiliarias figuran entre las que han eclosionado en los últimos cinco años. De todas formas, muchas veces se incluye como proptech a empresas que lo único que hacen es aglutinar inversiones en bienes inmuebles a través de una página web, sin mayor aportación tecnológica.
  • Agritech y agrotech. Según utilicemos el inglés o el castellano emplearíamos una u otra acepción para referirnos a las startups que aplican tecnologías a la agricultura, generalmente destinadas a aumentar o mejorar la producción.
  • Foodtech, drinktech y pettech. Estas startups destacan por su enorme variedad. Aquí se incluyen desde las que producen nuevos alimentos más o menos artificiales hasta las que aspiran a revolucionar la restauración. Las que tienen que ver con el transporte de comida, como el delivery, también se meten a veces en este saco. Las de drinktech son las que se refieren específicamente a bebidas y las de pettech se dirigen a mascotas.
  • Sportech. Estas startups han desarrollado tecnologías relacionadas con la actividad deportiva. Aquí se incluyen desde las relacionadas con aparatos de ejercicio hasta las apps de entrenamiento.
  • Fashiontech. Se trata de startups que aplican tecnología al mundo de la moda en sus diversas vertientes: producción, distribución o comercialización. Desde un Lookiero, que vende online cajas sorpresa con prendas, hasta Kendu, que optimiza los puntos de venta físicos.
  • Stresstech. Son startups que han desarrollado productos capaces de mitigar el estrés. Se sitúan en la frontera entre aplicación de auto-terapia y servicios de salud mental.
  • Taxtech. Se trata de startups que se dedican a optimizar la gestión de impuestos a través de herramientas tecnológicas y online. Incluso hay una TaxTech Conference en Viena.

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