Las revelaciones de Francisco Luzón

Me he leído casi sin parar el libro autobiográfico de Francisco Luzón, el economista de Sarriko que, tras configurar Argentaria, se convirtió en el segundo de Botín en el Santander. Esta obra es, por diversas razones, un auténtico regalo que lamento no haber podido digerir antes pero que recomiendo a cualquiera por sus revelaciones tanto económicas como vitales.

Hay que tener en cuenta que Luzón, que nació en un pueblo de Cuenca pero se crió entre Mungia y Barakaldo, no habría escrito este libro de no ser por que cayó enfermo de ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica). Es una durísima e incurable enfermedad cuyos efectos describe con todo lujo de detalles a lo largo de las páginas.

Junta su lucha contra el deterioro inevitable que va sufriendo su cuerpo con un repaso de diversos episodios de su vida. Desde su viaje con cinco años hacia un futuro mejor en Euskadi hasta sus primeros años de maketo en una zona abertzale y después en un barrio obrero lleno de inmigrantes como él.

No faltan tampoco las referencias a su vida laboral, con una primera etapa relativamente feliz en el Banco de Vizcaya bajo las órdenes de Pedro de Toledo, una posterior como gran banquero del PSOE sin estar vinculado a dicho partido y una final en el Santander, que terminaría de una manera un tanto abrupta. Y lo cuenta todo con una enorme ternura y sinceridad que llevan al lector a querer abrazar al escritor casi a cada momento.

Luzón todavía vive, aunque prostrado en una cama con alimentación artificial y con la necesidad de comunicarse con el exterior mediante movimientos de sus ojos. No durará mucho, pero nos deja una fundación con su nombre para tratar de salvar a futuros enfermos de ELA y este tesoro que es su autobiografía.

Se rumorea que, a su muerte, Luzón hará públicas unas memorias todavía más profundas. En cualquier caso, en este libro no deja títere con cabeza al referirse a algunos personajes. Veamos:

  • Emilio Botín. Aunque estuvo en su funeral, le guarda un enorme rencor por las formas que utilizó para echarle del Santander, incumpliendo varias promesas que le había realizado antes. ¿Qué le llevo a tomar esta decisión? Da a entender que fue mero clasismo. Y culpa de alguna manera a Botín de su posterior enfermedad.
  • Ana Patricia Botín. Sin utilizar ningún calificativo para ella, sí que da a entender que no está capacitada para gestionar un banco del tamaño del Santander.
  • Francisco González. Con éste no ahorra calificativos y apunta varios hechos que no hablan muy bien del que sería su sustituto en Argentaria y posterior presidente del BBVA. Prepotente y enchufado es lo más suave que le llama.
  • Miguel Boyer. Fue su predecesor en el Banco Exterior y la cara más conocida de la beautiful people. Viene a decir que no trabajaba y se dedicaba básicamente a las relaciones públicas (nocturnas). Le acusa de conceder a Javier de la Rosa, de manera irregular, un préstamo de 60 millones de euros.
  • Amancio Ortega. Luzón fue consejero de Inditex. Aunque alaba su capacidad de trabajo y sus orígenes humildes, viene a decir que es un hombre frío sin la menor capacidad de empatía. Su descripción recuerda un poco a la que suelen hacer de Bill Gates los que le conocen bien.
  • Rodrigo Rato. En este caso, las principales críticas tienen que ver con su falta de ética. Hay que tener en cuenta, no obstante, que el libro está escrito cuando Rato ya estaba siendo acusado de mala gestión en Bankia.

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