La historia de Kas

Hace unos días fallecía en Vitoria José María Knörr Elorza, el último de los hermanos fundadores de la mítica bebida alavesa. Como buen alquimista, él fue de hecho el inventor de la bebida, aunque la gestión de la empresa la llevaron sus hermanos Luis y Javier y, posteriormente, su sobrino Román Knörr. Es buen momento, en cualquier caso, para repasar la historia de Kas, marca que todavía persiste en manos de Pepsi.


La bebida nace en 1952, coincidiendo con la llegada de Coca-Cola a España, fruto de los experimentos de Jose María Knörr con zumo de naranja y la gaseosa que ya elaboraba la familia desde 1926, conocida como «El As». Precisamente el nombre es resultado de sumar la K de los Knörr al As, al parecer como sugerencia de la mujer de José María Knörr. Previamente al As, probablemente por su origen alemán, la familia se había dedicado a la fabricación de cervezas, aunque su ámbito de influencia era exclusivamente Alava.

Kas tuvo éxito y pronto empezaron a establecer plantas de embotellado y distribución en otros puntos de España, como Vigo, Irún, Barcelona, Palma o Sevilla. También se amplió el catálogo de productos con nuevos sabores y con los famosos tónica y bitter sin alcohol. Su marketing, comandado por Román Knörr, fue brillante, apostando por la televisión y por el patrocinio de un mítico equipo ciclista, al que todavía se recuerda hoy en día.

En 1971 las necesidades financieras le llevaron a vender parte del capital al Banco Industrial de Bilbao, entonces dirigido por Enrique Guzmán. A partir de entonces, el Banco de Bilbao (y después el BBV) fue ganando cuota en el capital de la empresa, hasta llegar al 74% en 1988. Los primeros Knörr estaban dejando paso a otra generación que no estaba tan ligada a Kas. Román Knörr fue de los pocos que no vendió sus acciones.

El BBV inicialmente gestionó la que ya era la mayor empresa española de refrescos, pero no tardó en colocársela al mejor postor, que en este caso fue Pepsico. Hablamos ya de 1993. ¿Qué ocurrió a partir de entonces? Una cierta descomposición y abandono de la marca, aunque afortunadamente la multinacional norteamericana no la ha abandonado por completo, probablemente porque la gestión financiera de la compañía se sigue gestionando desde Vitoria.

De todas formas, los Knörr siguen dando guerra en el mundo de la empresa. Román Knörr, tío del diputado Alfonso Alonso, fue presidente de Confebask, ha invertido en el mundo de los seguros y sigue vinculado a Kas. Eneko Knörr, el fundador de Ideateca y Hostalia, pertenece a la tercera generación de los fundadores de la fábrica de bebidas. Virginia Knörr, hija de Luis Knörr Elorza, tiene una conocida agencia de comunicación en Bilbao. Y Pilar Knörr Alonso, hija de Román Knörr, es propietaria de la firma de eventos KVMeetings.

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