La Diputación de Bizkaia saca a concurso los autobuses Bilbao-Vitoria, que podrían bajar su precio hasta un 50%

La Diputación de Bizkaia ha abierto el concurso público para seleccionar una empresa que gestione el servicio de «transporte público regular» de viajeros por carretera entre Bilbao y Vitoria-Gasteiz durante los próximos 10 años. Se trata de uno de los trayectos de autobús más rentables que existen en Euskadi y que actualmente gestiona La Unión, una compañía controlada por las familias Acha y Echevarría. Un estudio demostró hace unos años que los precios en esta línea costaban un 50% más de lo que supondrían en un mercado liberalizado.


El concurso abierto por la Diputación valora especialmente las tarifas y los descuentos que propongan los diversos licitantes (46 puntos sobre 100), por delante de la propuesta de gestión (12 puntos), el plan de flota (7), el plan de explotación (6) o la antigüedad de los vehículos a utilizar (6). También puntúan el plan de euskera, la atención al cliente, la calidad, la intermodalidad, la conciliación de la vida familiar (se entiende que la de los trabajadores), la seguridad, la limpieza y la eficiencia energética.

El adjudicatario apenas tendrá que abonar 60.000 euros anuales a la Diputación de Bizkaia por prestar el servicio y se quedará con el total de la recaudación, respetando eso sí las tarifas ofertadas, que no podrán superar los 0,08 euros por kilómetro y viajero. Este canon tan bajo está probablemente relacionado con el hecho de que este concurso ha estado en disputa entre Alava y Bizkaia, dado que la mayor parte del trayecto transcurre actualmente por territorio alavés pero en su momento, cuando los autobuses circulaban por Barazar, lo hacía por el vizcaíno. En cualquier caso, la ruta antigua, tanto por Otxandio como por Ubidea, se sigue teniendo que ofrecer.

A mi juicio, es lamentable que este servicio se saque a concurso en lugar de liberalizarlo para que el transporte lo pueda realizar cualquier compañía. Al igual que ocurre en otros países, de esta forma se generaría una sana competencia que permitiría rebajar aún más los precios. De hecho, tengo mis dudas de que se vayan a presentar muchas empresas, dado que el mercado vizcaíno-alavés funciona en régimen de oligopolio y Alsa no necesita presentarse, pues ya tiene de hecho una licencia para operar esa línea.

También me llama la atención que apenas se valore la comodida de los viajeros con asientos de mayor tamaño, baños o servicio wi-fi. Soy usuario habitual de autobuses y agradezco especialmente circular en vehículos que tienen espacio para extender las piernas y para poder trabajar tranquilamente con un portátil abierto, dos cosas que son imposibles actualmente en los autocares de La Unión.

La concesión original, que data de 1987, tuvo a la empresa Acha Inchaurbe y Cía, que después pasó a llamarse «Autobuses La Unión», como adjudicatario. Además de la línea Bilbao-Vitoria, esta compañía ofrece desde 1997 las conexiones entre la capital alavesa y Getxo, Abanto y Leioa (UPV), además de las que unen diversos municipios del Valle de Ayala con Vitoria-Gasteiz. Inicialmente iba a ofrecer el servicio solo durante 10 años pero se ha ido prorrogando sucesivamente hasta ahora.

En los pliegos del concurso se han incluido las referencias al convenio que rige actualmente las relaciones entre el actual gestor y sus trabajadores, lo que da a entender que el nuevo adjudicatario tendrá que subrogarlos. Sus salarios superan, en el caso caso de un jefe, los 70.000 euros brutos anuales y, en el de un conductor, los 46.000 euros. También hay taquilleros, mecánicos y un inspector y un botones.

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