Kepa Apraiz (Kategora): «Hemos vendido varias viviendas durante el confinamiento con firma digital»

Como buen ingeniero de telecomunicaciones, Kepa Apraiz (Bermeo, 1978) iba para consultor y, de hecho, trabajó unos años para Accenture. Pero su hambre de emprendimiento le llevó pronto por otros derroteros. Montó Kategora, una inmobiliaria con un enfoque muy especial, internacional y tecnológico, que le permite atisbar oportunidades («los costes de construcción van a bajar») en medio de la crisis del coronavirus. Lo explica en esta entrevista.

  • El enfoque internacional de Kategora está relacionado con los viajes por Europa del este que pudo hacer durante su trabajo para Accenture. «La vivienda y la mano de obra eran más baratas que en España, por lo que veía muchas más oportunidades. Empezamos en Budapest y proseguimos en Varsovia. Tradicionalmente invertir en el extranjero tenía muchas barreras de entrada culturales y de volumen y nosotros las eliminamos. Sindicamos a todos los inversores en una especie de club», explicó.
  • El otro enfoque diferencial de Kategora es el tecnológico. Ha desarrollado una tecnología que permite al inversor consultar desde su ordenador todos los números de cada vivienda en tiempo real y también emplean big data para el interiorismo y para la selección del suelo. «Da transparencia y confianza. Vemos que ganando la confianza del cliente, va a seguir invirtiendo con nosotros. Es nuestra apuesta. Nuestra especialidad es el producto para inversores», explicó.
  • El impacto del coronavirus ha sido brutal en las residencias de Europa del este. «En Hungría estábamos en índices de ocupación del 80% y de repente ha bajado al 10%. Creemos que para semana santa del 2021 se recuperará, por lo que hemos asumido que durante un año las cifras del sector van a ser un desastre y hemos pivotado hacia la larga estancia. Con precios agresivos, hemos conseguido captar a parejas que vivían de alquiler en la ciudad y han visto una oportunidad de obtener un descuento de su renta. En lugar de un 6%, los propietarios tendrán una rentabilidad del 3%», explicó.
  • La inversión en Europa del este se hacía fundamentalmente en edificios residenciales, un modelo que han acabado trayendo a España pero solo en ciudades medianas como Vitoria o Valencia, donde los precios no estaban disparados. «No me preocupa la explotación de estos edificios porque son plazas que no se han desmadrado y hay empresas y universidades que se mantienen allí desde hace muchos años.
  • La última apuesta de Kategora son las viviendas vacacionales, apartahoteles, en Canarias. Aquí Apraiz sí muestra más preocupación por los efectos del coronavirus, aunque es optimista respecto a la recuperación. «Es díficil hacer previsiones porque hay muchos parámetros en juego, pero estoy convencido de que la gente querrá pasar el invierno en Canarias», explicó.
  • Un aspecto positivo de la crisis es que los precios de la construcción se están reduciendo. «Los precios se habían disparado hasta un 15% en un año y ahora la gente tiene que aflojar porque ya no hay tantos proyectos activos. También trabajarán con mayor calidad», explicó.
  • ¿Cuesta más vender ahora? Apraiz lo reconoce, pero también apunta rápidamente que, pese al confinamiento, en marzo y abril han seguido vendiendo viviendas. «Lo hacemos con firma digital», añadió.

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