Julen Oyarzabal (Syngoi): «Identificamos una oportunidad de mercado en la fabricación de ADN sintético»

Julen Oyarzabal (Orduña, 1970) estudió química física en la UPV y se doctoró en química farmacéutica. Ha trabajado para Johnson&Johnson, el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y el Centro de Investigación Médica Aplicada de la Universidad de Navarra (CIMA) y, desde hace cinco años, es socio de Columbus, una gestora de fondos que ha creado Syngoi, la startup a la que actualmente dedica la mayor parte de su tiempo.


Esta es su historia:

  • Oyarzabal entró en Columbus para identificar nuevas oportunidades, una labor que ya realizaba anteriormente para el CIMA navarro. Es lo que se denomina «scouting». «En CIMA lo hacía a nivel interno, para ver qué proyectos de investigación podían tener un desarrollo comercial posterior. Se trata de llevar la I+D hasta el paciente y eso implicaba mantener relaciones fluidas con las compañías farmacéuticas. En Columbus recibimos varios proyectos todos los días y hacemos teleconferencias casi a diario. Después discutimos internamente para ver si tienen sentido la ciencia y la inversión. Además, salimos a buscar proyectos de investigación en las áreas que más nos interesan, como por ejemplo las terapias génicas y las que tienen una necesidad no cubierta. Es así como nace Syngoi», explicó.
  • Syngoi surge tras identificar que se estaban produciendo cuellos de botella en la fabricación de ADN para ensayos clínicos de terapias avanzadas. Columbus había creado previamente Viralgen, startup vendida a Bayer, y eso le daba una excelente visibilidad de lo que ocurría en este mercado a nivel mundial. «Los tiempos de entrega del ADN eran muy largos, del orden de medio año, y vimos que se podía fabricar de forma sintética de forma mucho más ágil. Somos capaces de enviarlo al cliente en 6-8 semanas y además tiene mayor calidad porque solo contiene la secuencia del gen de interés terapéutico y se elimina la secuencia de bacteria y de resistencia a antibiótico. Eso sí, la tecnología y la infraestructura que empleamos es totalmente distinta. El sistema lo hemos protegido con patentes. Producimos desde enero de 2023 y el comprador tipo es una empresa farmacéutica o de biotecnología. Solo hay tres empresas en el mundo que hacen lo mismo y tenemos ventajas tecnlógicas que nos diferencian de ellas», explicó.

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