Jon Madariaga (Zuma Innovation): «Llevamos cinco años desarrollando un producto que va a revolucionar el mundo de la bicicleta»

Jon Madariaga (Igorre, 1981) estudió ingeniería en Mondragon Unibertsitatea y después se pasó ocho años investigando mecatrónica en los laboratorios de Tekniker y la UCLA californiana. Con un ex compañero del centro tecnológico vasco, Mikel Zubieta, ha concebido una tecnología que aspira a revolucionar el uso de la bicicleta y que ha exigido 5 años de desarrollo a través de la startup Zuma Innovation.

Esto es lo más interesante que nos contó en la entrevista que le hicimos:

  • Zuma Innovation nace de la observación de que en las bicicletas cada día es menos importante la mecánica, frente a la constante incorporación de elementos electrónicos. Zubieta y Madariaga veían múltiples oportunidades en este campo, por lo que decidieron plantear varias posibilidades. «Finalmente nos quedamos con un problema que lleva 50 años sin resolverse: el cambio de platos. Invertimos un poco de dinero y desarrollamos varios diseños y finalmente un prototipo. Hemos conseguido mejoras de rendimiento y eficacia notables», explicó.
  • El desarrollo del producto no ha sido sencillo. Ha supuesto cinco años de trabajo y todavía está sin concluir, pues faltan las pruebas reales, que pretenden acometer en breve con un equipo ciclista profesional. Con ellas podrán pedir la aprobación oficial de la Unión Ciclista Internacional (UCI), un paso fundamental para poder utilizar la tecnología en competición. «O bien creíamos mucho en lo que estábamos haciendo o éramos muy inconscientes. Ahora la duda pasa a ser comercial: ¿pagará la gente?», admitió.
  • A la hora de lanzar su producto al mercado, lo que más dudas ofrece a los promotores de Zuma Innovation es el hecho de que se trata de un sector dominado por dos empresas: Shimano y Sram. «Aunque nuestra tecnología aporta ventajas, en la parte de negocio todavía ni hemos empezado. Costará unos 4.500 euros, por lo que es un producto dirigido a personas que se gastan mucho dinero en sus bicicletas», añadió.
  • A nivel financiero, el desarrollo del producto ha exigido una inversión a fondo perdido en la que el registro de patentes ha supuesto una partida importante. Además de las aportaciones propias, Zuma Innovation captó dinero del fondo público Basque, de Enisa y de varios aficionados a la bicicleta con los que ya tenían relaciones previas. «Vieron esbozos de los primeros conceptos y creyeron en el potencial. Ahora además hemos entrado en el programa europeo EIC Pilot, que nos va a permitir obtener financiación a fondo perdido para terminar el desarrollo del producto y para desplegarlo en el mercado. Ya estamos siete ingenieros», explicó.

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