Jesús de la Fuente (Graphenea): «Esta crisis abre una ventana de oportunidad para las startups»

Jesús de la Fuente (Vitoria, 1975) es uno de los emprendedores vascos que más dará que hablar. Creó Graphenea en 2010 y la ha convertido en uno de los principales fabricantes mundiales de grafeno, un material nuevo con unas enormes perspectivas. Así que no es extraño que, en la entrevista que le hicimos, donde otros ven incertidumbres, él vea oportunidades.

Esto es lo más interesante que nos contó:

  • El grafeno había nacido en un laboratorio británico en 2004 y, mientras trabajaba para PwC, De la Fuente empezó a oír a sus clientes hablar de las posibilidades de este material. Se hizo una alerta de Google para leer todo lo que se publicaba sobre ello y en verano de 2008 empezó a escribir un plan de negocio. «El último empujoncito me lo dio el inversor José Hurtado de Mendoza, que me dijo que el proyecto tenía una pinta estupenda. Así que finalmente dejé PwC y en Spri me pusieron en contacto con CIC nanoGune, que nos ayudó mucho y llegó a tener una participación en la compañía», explicó.
  • Uno de los grandes retos que tuvo que afrontar De la Fuente fue fichar a expertos en grafeno. Tras tratar de atraer a Donostia a alguno de los gurús mundiales, se decantaron por un perfil más junior, Amaia Zurutuza, a la que que encontraron en el Reino Unido a través de un anuncio en una revista científica, apoyado en un comité científico de primer nivel.
  • El otro gran reto de Graphenea fue encontrar dinero para financiar un proyecto tan inédito. Aquí es donde De la Fuente mejor ha podido demostrar su capacidad emprendedora, al levantar 1,6 millones de euros en una primera ronda sin mucho más que un plan de negocio. «Los inversores, la mayor parte de ellos familias con experiencia en la industria a los que había ido conociendo como consultor, me decían que no entendían bien pero que confiaban en mí», recordó.
  • A pesar del dinero «levantado», las cosas no han sido sencillas. Solo para maquinaria de fabricación, Graphenea ha tenido que movilizar 11 millones, muchos de ellos obtenidos mediante deuda y subvenciones europeas. También ha tenido que invertir mucho dinero en once familias de patentes. Y no siempre ha sido suficiente. «Hemos estado a punto de quebrar un par de veces. De hecho, hubo una burbuja del grafeno y aparecieron muchas startups que ya no existen», reconoció.
  • El último gran reto, probablemente el más importante, ha sido vender su grafeno. El primer comprador significativo fue Nokia, a la que De la Fuente convenció personalmente por email tras leer una noticia sobre su interés en las pantallas flexibles. «Les regalamos unas muestras, las probaron y nos hicieron el primer pedido», recordó.
  • Tras este primer cliente han llegado otros muchos, especialmente en los sectores de electrónica e investigación. Actualmente factura 2 millones anuales de 800 clientes, a los que llega especialmente desde su base de Boston, donde reside actualmente De la Fuente. «Les hemos demostrado que nuestra tecnología para fabricar grafeno de alta calidad funciona. Pero hicimos lo que el manual dice que no hay que hacer: plantear una solución sin saber si habría gente dispuesta a pagar por ella. Fue muy arriesgado», explicó.
  • Hoy en día el grafeno es una de las grandes aspiraciones tecnológicas europeas y forma parte del subsector de las «deep tech», siguiendo el modelo que ya marcaron nuevos materiales como el silicio o la fibra de carbono. Se utiliza especialmente para mejorar las posibilidades de microprocesadores, sensores o incluso para la fibra óptica. «Lo que mejor hacemos es adaptar el grafeno a cada cliente y después reproducirlo», explicó.
  • En lo que a la crisis se refiere, De la Fuente ve oportunidades únicas: «Los ciclos de adopción de tecnología se han acortado y hemos pasado en algunos casos a hacer en cinco semanas cosas que antes habrían supuesto cinco años. Esto es así en aplicaciones médicas, pero también en el dinero electrónico, el teletrabajo o la inteligencia artificial. Se han abierto muchas ventanas de oportunidad para las startups. Nosotros hemos dado el paso de empezar a fabricar chips directamente con nuestro grafeno y nos está funcionando muy bien», explicó.

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