Javier Manzano (Kevo): «Euskadi es un ecosistema bueno para que salgan cosas potentes en tecnologías de la voz»

Javier Manzano (Munich, 1975) estudió sociología y se especializó en relaciones internacionales antes de trabajar para Euskaltel gestionando grandes cuentas. Uno de sus clientes era precisamente K35, cuyo director le propuso un día liderar uno de los proyectos que habían gestado en torno a las tecnologías de la voz. Así nació Kevo, que forma parte de un potente ecosistema vasco en este campo con tractores como Vicomtech o Elhuyar.

Esto es lo más interesante que nos contó en la entrevista que le hicimos:

  • Cuando le propusieron liderar Kevo, no tardó mucho en decidirse. K35 había testado ya las tecnologías de la voz y veía mercado en ese ámbito, aunque necesitaba a alguien con perfil comercial para poder hacerlo realidad. «Para alguien que es un poco friki como yo, era una buena oportunidad. Entré a liderar como socio y creamos la startup. Llevaba ya demasiado tiempo en Euskaltel y quería crear algo propio, donde pudiera dejar mi ADN. Ha sido una aventura en la que estamos aprendiendo mucho, porque estas tecnologías evolucionan de forma vertiginosa. No me arrepiento», relató.
  • Kevo trabaja con tecnologías del habla y del lenguaje, generalmente a través de inteligencia artificial. Entre las soluciones que aporta destacan los interfaces conversacionales, los asistentes virtuales, las herramientas para interactuar a través de la voz y para automatizar ciertos procesos, así como el análisis del habla. «Me impresiona cómo está mejorando la capacidad de interacción mes a mes. No me dejan de sorprender los bots de voz o la capacidad que tenemos de analizar una conversación incluso para definir el perfil de uno de los interlocutores en una entrevista de trabajo», explicó.
  • Kevo desarrolla generalmente proyectos a la medida de sus clientes, aunque para ello ha creado un par de plataformas que pueden adaptarse a cada necesidad. Una es Angara, que es capaz de recoger automáticamente pedidos por teléfono, y otra es Nelo, que está orientada a recabar datos de un turista para después analizarlos. «Angara se paga por uso, menos de 20 céntimos de euro por minuto, y creemos que tiene un enorme potencial en comercio electrónico basado en voz y entregas de comida de restaurantes. La estamos utilizando ya con una firma de distribución de alimentación y en Sidenor para automatizar cargas de gestión con proveedores y clientes. Nelo está todavía en fase de desarrollo a la espera de encontrar un betatester», explicó.

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