Izar Construcciones Navales sigue regalando cestas de Navidad

Hace unos días llamó mi atención un anuncio en el periódico indicando a los ex trabajadores de Izar Construcciones Navales que podían ir a recoger sus cestas de Navidad en Aparcabisa (Sestao). Inmediatamente pensé: «¿Izar? ¿Pero esa no fue la empresa pública propietaria de La Naval que quebró hace muchos años?». Efectivamente, resulta que los acuerdos de los ERE ejecutados desde 1995 en empresas como Astilleros Españoles, Bazán o Izar contemplan el mantenimiento para el personal pasivo de los beneficios sociales que están recogidos en los convenios colectivos y acuerdos asociados; y uno de ellos es la mencionada cesta de Navidad. Así, una empresa que lleva 13 años en liquidación (desde 2004) y que en 2016 perdió 12 millones de euros se gastará 206.000 euros para 4.250 cestas en Sestao y 150 en Gijón.


El pliego de condiciones establece el contenido mínimo que debe tener dicha cesta y desde hace años el ganador del concurso es la gallega Distribuciones Froiz. Este año lo hizo presentando la oferta económicamente mas ventajosa con un importe unitario por lote de 38,75 euros. Tanto el número de lotes como su precio ha ido disminuyendo desde las 6.000 cestas por 46 euros de 2012.

La entrada de Izar en liquidación fue determinada por la imposibilidad de la compañía de hacer frente a la devolución de 1.200 millones de euros de ayudas otorgadas por el Gobierno español y que fueron declaradas incompatibles con las normas comunitarias. El Gobierno ya anunció en febrero de 2013 que intentaría eliminar ese obsequio. Así en Navantia, la sucesora de Izar, la empresa suprimió ese año la cesta en aplicación de un preacuerdo de su cuarto convenio colectivo, y en consecuencia se dejó de entregar a los de Izar en 2013 y 2014.

Sin embargo, una sentencia de la Audiencia Nacional declaró nulo el preacuerdo dos años después y aunque la empresa recurrió y estaba a la espera de sentencia, representantes de los trabajadores impidieron una mañana la entrada de los técnicos superiores al edificio de dirección y horas después se les confirmó que la empresa garantizaba el reparto del «cartucho navideño». Y eso que en el caso de Navantia la cesta navideña no es un regalo de la compañía, sino un concepto que se detrae de la nómina de los trabajadores. Por lo tanto, como Navantia recuperó las cestas de Navidad, Izar, o lo que queda de ella, no tuvo más remedio que volver a entregarlas en 2015. “Nos limitamos a cumplir una resolución judicial”, justificaban fuentes de la empresa pública de liquidaciones Cofivacasa, que depende de la SEPI.

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