Ion Padilla (Wegaw): «Emprendimos sin tener muy claro lo que íbamos a hacer»

Tras estudiar informática en Mondragon Unibertsitatea, Ion Padilla (Vitoria-Gasteiz, 1988) se fue a trabajar al CERN suizo y posteriormente a HP. Desde el país transalpino ha puesto en marcha Wegaw, una startup que procesa datos geoespaciales para optimizar la generación de energía en plantas hidroeléctricas, solares y eólicas. Pero en un primer momento no tenían ni proyecto.

Esta es su historia:

  • Padilla fundó su startup en Suiza junto con Daniel García sin saber muy bien lo que querían hacer. Sí tenían claro que querían emprender, especialmente por lo que supone de reto. «Teníamos muchas ideas, así que hicimos un excel y fuimos incluyendo variables como el coste inicial del proyecto, su dificultad o su encaje con nuestro perfil. Finalmente nos quedamos con una plataforma para organizar viajes a la montaña porque mi socio ya tenía un grupo en Facebook de senderismo bastante activo. De todas formas, terminaríamos haciendo algo completamente distinto», explicó.
  • Las dificultades del primer planteamiento de Wegaw llevaron a sus dos socios a plantearse otros enfoques. Y el que finalmente funcionaría lo descubrieron por casualidad. «Los viajes que organizábamos nos daban poco dinero, pero nos permitieron detectar una necesidad que luego nos ha permitido descubrir un nuevo nicho. En uno de de los viajes uno de los grupos se perdió tratando de evitar una placa de hielo absolutamente imprevista. Como buenos ingenieros, pensamos que sería bueno diseñar un sistema para detectar este tipo de incidencias. Lo investigamos y descubrimos que no había nada parecido, así que decidimos construirlo nosotros utilizando datos ya disponibles y especialmente los geoespaciales. Después se pueden analizar con inteligencia artificial para hacer previsiones», explicó.
  • Para financiar su proyecto, el equipo de Wegow se apoyó primero en la Agencia Espacial Europea. Después llegarían los primeros clientes y recientemente una ronda de inversión millonaria. «Con el dinero de la Agencia Espacial Europea construimos un primer producto para monitorizar la nieve. Empezamos a hablar con apps de montaña y después llegamos a las empresas de generación hidroeléctrica, que son muy importantes en Suiza. Les proporcionamos una herramienta que permite conocer con bastante precisión cuánta energía van a producir. Posteriormente nos hemos introducido en el mundo de la eólica offshore, donde miramos las microolas para prever la velocidad y la dirección del viento. Estamos ya 9 personas y el mercado potencial es muy grande, por lo que queremos crecer», explicó.

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